Han pasado muchas cosas desde mi último post del pasado 5 de Junio, a destacar claramente la no clasificación para la fase de ascenso y la no continuidad de Fernando Ruiz Hierro como entrenador del ROCF. Escribiendo soy bastante optimista pero en la vida real (para qué engañarnos ,no lo soy) intento siempre ponerme en lo peor para después llevarme alegrías. Admiro a aquellas personas que lo ven todo de color de rosa y utilizan la frase: "Tranquilo Arbesú, toda va a salir bien".

Futbolísticamente hablando, durante este año ha sido para no creer, sobre todo fuera de casa pero los números del Tartiere han sido bastante buenos. No voy a mirar hacia atrás y comentar: "ese penalti fallado o ese empate". Pero eso es pasado así que vamos a centrarnos en el futuro.

Fernando Ruiz Hierro tuvo difícil desde un primer momento conectar con la grada. Determinadas afirmaciones y la racha irregular hicieron que no llegaron a conectar con la afición y, como todos sabemos, la afición del ROCF es muy exigente. Lo he dicho y lo vuelvo a reiterar: en Oviedo todos sabemos de alineaciones y esquemas, todos sabemos quién debe jugar o no. Si todo fuera tan fácil todos seríamos entrenadores, pero solo puede ser uno y un servidor no tiene el carnet de entrenador nacional.

Tampoco han ayudado los diferentes bandos entre la propia afición (qué daño han hecho las redes sociales). En el Antiguo Tartiere o en el Oviedo de los 90 no recuerdo haber sentido esa enemistad. Sin esa enemistad fuimos respetados por todos los campos de España.

Pero este año también ha habido aspectos positivos: como la mayor profesionalidad del club, mayor visibilidad del ROCF en todos los estamentos deportivos y, cómo no, la creación de la Peña Azul Ámsterdam en septiembre del año pasado. Una pena no poder haber sacado la gabarra en ese ascenso que se ha quedado atrás. Pero tranquilos oviedistas, que todo llegará a su tiempo.

Estudiemos los errores cometidos, busquemos soluciones, las promesas que se cumplan: mirar más para nuestra cantera y para gente de la casa, impulsar desde todos los estamentos de la ciudad las mejores opciones para que el ROCF ocupe el sitio que se merece.

Ciudad y equipo (aunque haya gente que no lo comparta) deben ir de la mano. No miremos quién está en el poder políticamente hablando, busquemos lo mejor para el club y para la afición, sobre todo para esta última porque se lo merece todo.

Escribo estas letras pensando en que mañana volamos toda la familia a Oviedo para asistir a la boda de Luis Camino, será un finde grandioso pero no juega el ROCF. Estos fines de semana sin seguir a nuestro equipo son fines de semana que los encuentro vacíos, me falta algo.

En poco más de dos meses empezamos la temporada 2017/2018. Hace poco leía a Pedro Zuazua en este periódico comentar que no le gustaba el derbi. Lo respeto pero no lo comparto. A mí me encantan, claro que durante toda la semana lo paso fatal y si perdemos imaginaos; pero si ganamos después de 14 años...

No me quiero despedir esta temporada sin dar las gracias a Nacho Azparren por darme esta oportunidad de compartir mi oviedismo, a mi mujer Belén por aguantarme y apoyarme en los momentos malos, al socio y al tesorero por darme ánimos en cada partido, a mi padre por fomentarme el oviedismo y a mi madre por tranquilizarme en momentos delicados.

Gracias a todos los miembros de la Peña Azul Ámsterdam: Ainhoa, Belén, Piero, Chefo, Pablo, Emilio y Treviño. Gracias a los jesuíticos oviedistas: Coto, Gelo, Gonzalo, Chosi, Arnott, César, Senso, Cimadevilla, Palicio, Guillermo y Criado, por vuestros consejos y vuestro sentimiento.

Y gracias a todos los oviedistas por estar ahí, por seguir luchando, por seguir batallando después de 12 años de continuos ataques, queda poco para tocar la gloria.

Y por último gracias a Oviedo y al ROCF porque sin vosotros creo que sería otra persona, no sé si mejor o peor, pero seguro que la forma de vivir que tendría sería mucho más triste.

HALA OVIEDO SIEMPRE, nos vemos en dos meses.

OVG