Ramón Foch fue uno de los nuevos en estrenarse en un amistoso fuera de El Requexón. Junto a él, tuvieron minutos otros tres fichajes de esta temporada: Carlos Hernández, Aarón Ñíguez y Nahuel Valentini. Solo se quedó sin vestir la camiseta azul Pucko, que con pocas sesiones a las órdenes de Anquela aún se encuentra en la fase de adpatación al nuevo entorno y de puesta a punto en el aspecto físico.

Folch disputó la segunda parte dando ritmo al centro del campo azul. Aunque ese objetivo, el del ritmo de juego, es el más complicado a estas alturas de pretemporada. "Son partidos que en realidad son como entrenamientos, tienen como objetivo ir adaptándonos a los compañeros. Estamos cogiendo carga, las piernas están cansadas, pero hay que competir", señaló el centrocampista que se mostró "muy contento con el entrenador. Es disciplinado y da muchas órdenes. Quiere que tengamos intensidad en los entrenamientos y en los partidos". Sobre su trabajo específico, Folch indicó que Anquela "nos pide a los pivotes que trabajemos y trabajemos. Que recuperemos balones y juguemos fácil. Y que vayamos con la pelota de un lado a otro". La integración parece que va por el buen camino: "Gracias a la ayuda de los del año pasado vamos formando un gran equipo. Hay que ir adaptándonos para ser un bloque competitivo".

El Oviedo regresa hoy a la rutina de entrenamientos con otras sesión doble: trabajará a las 10.00 y a las 18.00 horas en El Requexón.