Metro a metro, el Oviedo de Juan Antonio Anquela va recorriendo el camino que le debe llevar a empezar la liga como un equipo sólido y competitivo. El trecho que ha caminado hasta ahora parece el correcto por lo que se ha visto en los dos últimos partidos que le han enfrentado a rivales de Primera División (el jueves empató a cero ante el Deportivo). Es verdad que ayer volvió a quedarse sin marcar y que perdió su primer encuentro en lo que va de pretemporada.

Lo primero, sobre todo por las pocas ocasiones de las que dispuso, sí que es algo que el equipo azul deberá ir mejorando. Lo segundo, la derrota, se debe tan solo a una acción aislada y es poco importante tratándose de un amistoso. Un Oviedo que además volvió a mostrarse sólido atrás.

Una de las faenas a las que se está dedicando ahora Anquela es a ir integrando a los últimos fichajes. En ese aspecto, el encuentro de ayer ante el Eibar fue importante. Saltaron de inicio los tres jugadores que faltaban por debutar: Mariga, Hidi y Cotugno. A los tres se les vio con ritmo. Quizás el que más destacó fue Mariga. El keniano formó un doble pivote con Folch que fue bastante solvente. El catalán, siempre bien colocado, aprovecha cada encuentro para dejar claro que ha llegado para ser una pieza clave en este nuevo Oviedo.

Mariga, por su parte, mostró detalles de futbolista importante. Un mediocentro capaz de llevar el balón hacia la zona de ataque con criterio y seguridad. El uruguayo Cotugno, otro de los debutantes, estuvo correcto como lateral derecho. El que pasó algo más desapercibido fue Hidi. El húngaro jugó de mediapunta, por detrás de Linares, una posición quizás demasiado adelantada para sus características. A pesar de todo, se le vieron detalles como el control de un balón que caía del cielo y que se dejó pegado al pie para, a continuación, dar un fantástico pase a Linares.

Otro de los detalles que dejó el partido fue la apuesta de Anquela por formar con un delantero, con un mediapunta por detrás. En la primera parte fue Hidi y en la segunda Edu Cortina al principio y Asier más tarde.