El ariete del Oviedo Miguel Linares encara la temporada con optimismo y dispuesto a asumir los galones que le otorgan el estar comenzando su cuarta temporada en el club azul. El zaragozano es consciente, a sus 34 años, de que la falta del gol del equipo durante los partidos de pretemporada es algo que se resolverá. "Los goles acabarán llegando", asegura. La veteranía también otorga al delantero un olfato especial para detectar cuándo se está formando un buen equipo. Él destaca, sobre todo, que el Oviedo de Anquela será "un buen bloque". "Eso", añadió, "debe ser lo primero".

La única receta que tiene Linares para que los goles empiecen a llegar es la de "tener las ideas claras". "El entrenador tiene las ideas claras: para ganar un partido primero tienes que ir empatado; y es difícil hacer goles cuando tienes pocas ocasiones, pero arriba tenemos jugadores desequilibrantes tanto en punta como en banda y después de armar el bloque los goles acabarán llegando", insistía el maño. Él espera ser uno de los que aporten muchos de ellos.

Linares no escondía que el hecho de que el Oviedo haya fichado tantos jugadores extranjeros tiene la desventaja de que es más difícil comunicarse con los compañeros. Un problema que, está convencido, resolverán pronto: "Cuesta entenderse, pero lo importante es que hay muy buenos jugadores; por lo demás nos tenemos que ir conociendo poco a poco, pero las ideas están claras y vamos a ser un buen bloque. Los idiomas influyen, pero cada vez nos aclaramos mejor", bromeaba el punta.

El futbolista, el único junto con Diegui Johannesson que sigue de la plantilla del ascenso a Segunda, reconoció que la salida de tantos compañeros de aquella temporada es algo que le "sorprende". Una campaña, la del ascenso, de la que él fue uno de los grandes protagonistas, convirtiéndose, con 27 goles, en el máximo realizador de Segunda B en los cuatro grupos de la categoría de bronce.

La salida de muchos de sus ya excompañeros es la parte negativa. Lo positivo para Linares es que sigue en el conjunto azul y eso le llena de "alegría". "Estoy muy contento en el Oviedo y mientras me quieran aquí voy a estar. Pretendo ayudar al equipo como sea: cuando esté dentro del campo dando el máximo y cuando no, apoyando a mis compañeros y exigiendo a todo el mundo como quiero que me exijan a mí", afirmó Linares, que apunta a capitán azul por veteranía en el equipo.

Para el futbolista de Zaragoza lo importante es "creer" en el trabajo diario que se está realizando. De lo que están haciendo durante esta pretemporada destacó la "intensidad" y la "concentración", que son aún mayores ahora que se está acercando el debut liguero ante el Rayo Vallecano (el domingo 20, a las 19 horas, en el Carlos Tartiere). "Los equipos de Anquela se caracterizan por tener a laterales largos, que doblen y nos den de comer a los delanteros", explicaba. Linares también señalaba que a Anquela le gusta jugar con un segundo punta por detrás de un delantero de referencia: "Quiere a uno más cerca del resto del equipo y a otro que pise más área; Anquela dice las cosas de una forma peculiar y eso forma parte de su personalidad", concluía el jugador del equipo carbayón.