Ser español en Suecia no deja de ser algo exótico. A pesar del creciente número de jóvenes sobradamente preparados que caminan por las calles escandinavas, uno siempre atrae la curiosidad del interlocutor local cuando asevera: "I am from Spain". La siguiente parte de la conversación suele encaminarse, por este orden, a dos temas: el tiempo y el fútbol. Es ése el momento en el que aparecen los comentarios del tipo, "qué suerte tienes con el clima en tu país", "qué calor has debido pasar estas últimas vacaciones en tu tierra" o "allí no necesitaréis ni paraguas". A lo que yo respondo, casi excusándome, que soy de Asturias, en el norte de la península. Y allí el invierno veranea y de olas de calor extremas no sabemos nada.

Nuestro interlocutor local suele mostrar ahora una pequeña mueca de desilusión. Pero, sin decaer en entusiasmo, pasa al siguiente tema: el fútbol. "¿Y tú, qué equipo prefieres: el Barcelona o el Madrid?". Y es aquí donde, al comenzar mi respuesta con un, "no, yo es que animo al?", uno siente cómo cruza la fina línea entre lo exótico y lo raro. Entre el español afortunado y el asturiano extraño que no disfruta ni del sol, ni de Messi, ni de Cristiano.

Aun así, como no hay mucho que perder, suelo seguir con mi respuesta. Que, por cierto, ya tengo casi memorizada. "Yo animo al Real Oviedo, el mismo equipo que Mata, del United; Cazorla, del Arsenal, o Michu, ex del Swansea. Ahora estamos en Segunda División. A lo mejor también te suena nuestro máximo rival, el Sporting, que juega en Pr?". Y hoy, ahí tuve que frenar el discurso.

Antes de cambiar el "Primera" por el "Segunda" no pude dejar de pensar que, catorce años después, a pesar de todo, a pesar de todos, mi equipo, del que presumo cuando me preguntan por Barcelona o Madrid, sigue vivo. A la altura de su máximo rival regional. Cara a cara, sin nada que envidiarle. Con una afición fiel y rejuvenecida. Afición que, como dijo en LA NUEVA ESPAÑA un jienense que parece de fiar, lleva la camiseta del Oviedo en lugar de la zamarra blanca o blaugrana. Afición que, quién sabe si de manera exótica o rara, escogió animar a jornaleros del fútbol en lugar de disfrutar de astros de primer nivel en directo. Afición orgullosa, sí, de haber "disfrutado" de años de lluvia y nubes. Preparada, ahora, para saborear el sol.

"I support Real Oviedo. Very soon, you will see us in La Liga", concluí mi respuesta. "Yo soy del Real Oviedo. Y dentro de poco nos verás en Primera División".