Catorce años sin partidos de liga de la máxima rivalidad son tantos que habrá importantes novedades en el desplazamiento de la afición oviedista, derivadas de las leyes vigentes sobre espectáculos deportivos: adiós al viaje en tren y al paseo de la "burbuja" azul por el Muro gijonés. Los más de mil doscientos aficionados del Real Oviedo que asistirán al partido, viajarán en 21 autobuses, que tendrán su punto de concentración en las inmediaciones del Carlos Tartiere, a partir de la una y media de la tarde.

La caravana azul llegará hasta las inmediaciones del estadio municipal de El Molinón, de tal manera que el tránsito de la "burbuja" oviedista, protegida por la Policía, por el paseo del Muro queda ya para la historia de los derbis regionales, según trascendió ayer al término de la Junta de Seguridad, reunida en la Delegación del Gobierno, en Oviedo, para ultimar los detalles del dispositivo de seguridad de un partido que ha sido declarado de alto riesgo. La reunión, presidida por el Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, contó con la presencia de todos los colectivos implicados en el partido: clubes, aficiones, directores de seguridad, Policía Nacional, Guardia Civil, Policías Locales de Oviedo y Gijón, Bomberos, Protección Civil, responsables de la empresa de seguridad privada de El Molinón y de la empresa de autobuses encargada del traslado de la afición oviedista. Además de ser un partido de alto riesgo, el dispositivo aplicará los protocolos de la alerta 4 antiterrorista , previstos en espectáculos con aglomeración de personas, que conllevan restricciones de tráfico e instalación de bolardos móviles.

El objetivo es garantizar la seguridad de los más de 30.000 asistentes al partido, recalcaron fuentes policiales.