El poso que deja lo vivido en la semana del derbi va más allá de lo meramente futbolístico. Una de las imágenes en los días previos fue la de Juan Antonio Anquela mirando ensimismado hacia el fondo norte en el inicio del entrenamiento del viernes. El club preparó una sesión de puertas abiertas en día festivo y la afición no falló a la llamada: 2.500 seguidores se dieron cita en el Tartiere para alentar a los suyos antes del desplazamiento a Gijón.

Aquel día, Anquela dijo que había visto algo nuevo, algo que le había sorprendido. Superada la semana con varias postales como la de aquel entrenamiento para el recuerdo, el técnico refuerza su tesis sobre el oviedismo. "Ya lo dije el otro día: pensaba que en el fútbol lo había visto todo y aquí estoy viendo cosas nuevas. Es algo que te genera más responsabilidad porque al final lo que quieres es estar a la altura de toda esa gente", proclama convencido el entrenador del conjunto azul.

Cuando se le pregunta por el ambiente que cree que se dará mañana en el Carlos Tartiere, el jienense retoma el camino de los halagos: "Pues el estadio estará como siempre, por encima de nosotros. Yo no busco el aplauso fácil, cuando me dan palmadas siempre me ruborizo, pero aquí me estoy encontrando cosas que no había visto en mi vida. Y eso que he pasado por muchos equipos, buenos, regulares y malos. Pero esta pasión por unos colores no la había visto nunca. Lo digo así porque es una verdad como la copa de un pino", concluyó.