El Zaragoza trabaja en la ciudad deportiva maña con la firme intención de que el choque ante el Oviedo suponga un punto de inflexión en la temporada. A pesar de que el juego no está siendo malo, los resultados están dando la espalda al conjunto dirigido por Natxo González. El Zaragoza es 18.º, con cinco puntos sumados después de seis jornadas de competición.

A pesar de las cifras, el vestuario mantiene su apuesta por el estilo inculcado por su entrenador. "Las sensaciones son buenas y tenemos las ideas claras, pero se necesitan los puntos", aseguró ayer Delmás. El lateral derecho apunta a titular en el Tartiere por la lesión de su compañero Benito. "Mi objetivo es aprender, ganar experiencia y mejorar cada día. Tenemos la misma idea y la misma confianza y vamos a ir al Tartiere a sacar los tres puntos", explicó. El zaguero subrayó la importancia de que Borja Iglesias, al que le han quitado la segunda cartulina amarilla y podrá estar ante el Oviedo, sea de la partida: "Es un jugador muy importante para nosotros".

El técnico maño trabaja en los entrenamientos para paliar la ausencia de Benito, al que perderá para las próximas semanas. Quien no parece que vaya a estar en el Tartiere es Simone Grippo, que esta semana ha empezado a entrenarse sobre el césped. El suizo sufrió un esguince de rodilla en el choque ante el Lugo y su recuperación parece encaminada, pero la idea es la de no forzar su reaparición. Todo hace indicar que no formará parte de la lista de Natxo González.

La actualidad del día en el conjunto maño estuvo compartido entre el duelo ante el Oviedo y el sorteo de la Copa del Rey que decidió que el Zaragoza se mida al Valencia en los dieciseisavos de final. "La hemos recibido con ilusión porque hay gente joven dentro del vestuario que no ha estado nunca en un campo como Mestalla", aseguró ayer Zapater a los medios.