A Anquela, senderista en sus ratos libres, le gusta la comparación entre su pasión y la competición. El símil entre la Segunda y un largo y exigente camino ya se ha escuchado en otras ocasiones. Ayer volvió a hacer referencia a esa vía de la que el equipo, aún en fase de construcción, no se debe alejar. "Hay que seguir el camino porque se te sales los problemas son gordos", pronuncia. La línea está marcada, ahora toca no variar el rumbo.

Las palabras de Anquela parecen meditadas. El entrenador cree en lo que hace, independientemente de lo que diga la tabla. El Oviedo se está encontrando problemas inesperados en las últimas semanas (2 puntos de los últimos 9) pero el entrenador trata de tranquilizar a los que dudan con más dosis de la misma medicina. El camino es el correcto, insiste el jienense, ahora hay que evitar más tropiezos. "En líneas generales nos falta muy poquito para ser un buen equipo. Pero ese poco a veces cuesta conseguirlo y solo se logra con tranquilidad, creyendo en lo que se hace y no cambiando nuestra forma de pensar", explica. Y, ¿qué dicen los jugadores? "Ellos me dicen a todo que sí, que tengo razón. Pero tienen que darse cuenta de las cosas, y creo que así lo hacen. Hemos estado muy cerca de ganar muchos partidos. Muy muy cerca", subraya.

Lo de no variar el rumbo puede tener su aplicación también a su propuesta sobre el once. Anquela anuncia "pocas variaciones" en su once para el choque de hoy, el de Mossa por el sancionado Christian Fernández es obligado, pero el 4-2-3-1 podría mantenerse otra semana más. Y eso que el plan B, el dibujo con dos delanteros puros con Linares como agitador. Preguntado por esta posibilidad, el entrenador parece guardarse la carta para algunos momentos puntuales en el partido. "A Linares siempre le tengo en cuenta. Su problema es que ha tenido alguna para meter y no lo ha hecho, pero no se le puede pedir más trabajo. Ni más implicación. Siempre está en la línea de salida pero debemos saber en qué momento usar esa carta", admite.

La nueva prueba sobre la solvencia del equipo tendrá lugar ante un rival de envergadura. "La mejor plantilla de Segunda", en palabras de Anquela. Para desactivar un sistema como el chicharrero, el técnico tiene claras las líneas maestras. "El equipo sí es intenso", dice matizando su reflexión del pasado domingo; "pero a veces nos falta que lo sea hasta que pite el árbitro". "Mi lema es 'hasta el último minuto del último partido'. Y no hay más. El día que bajas, no puedes ganar. Es imposible. No es falta de intensidad, me preocuparía si así fuera. Pero sí nos ha faltado constancia en algunas fases", finaliza el técnico oviedista.