La mañana fue lluviosa pero las caras de los jugadores del Oviedo en El Requexón reflejaban la relajación que supuso la victoria del domingo (3-2) ante el Lugo. Un soplo de aire fresco que refuerza el trabajo y quita presión a un equipo que afronta ahora dos partidos seguidos fuera de casa, donde aún no ha logrado ganar esta temporada.

Uno de los que salió reforzado de este encuentro fue Forlín, un jugador importante en esta plantilla y que fue uno de los tres centrales que Anquela acabó colocando en el partido ante el Lugo. Él reconoce que es de central donde se siente más cómodo: "Es la posición en la que empecé a jugar", pero añade que está "al servicio del equipo".

La victoria no impide a Forlín ser crítico y decir que "hay errores que mejorar". "Soy de los que dicen que siempre hay cosas que corregir, aunque cuando se gana parece que se enmascaran los errores con la victoria", añade. Lo que sí le reconoce Forlín al equipo es su pundonor para darle la vuelta a un resultado que se les había puesto en contra: "El equipo creció y fue capaz de remontar". Una victoria balsámica: "Se trabaja mejor después de ganar pero sabemos que hay mucho que mejorar", insistió.