Los integrantes del grupo Symmachiarii, junto a otros seguidores del Oviedo, que se quedaron sin ver el recordado choque entre los azules y el Cádiz en mayo de 2015 y que acabó con el ascenso carbayón, han logrado dar el primer paso en la reparación de aquel daño. La justicia ha admitido a trámite la demanda presentada por los seguidores y será el juzgado de lo mercantil número 2 de Oviedo el que resuelva el caso. Los 139 aficionados que se han adherido a la demanda, y que son representados por el abogado José Silvino Ronderos, reclaman 157.543,79 euros como indemnización.

Los hechos se remontan a mayo de 2015. El Oviedo se jugaba en Cádiz la eliminatoria de vuelta del la fase de ascenso y hasta la ciudad gaditana llegaron aficionados azules de distintas partes. Tres autobuses de Symmachiarii fueron retenidos en las inmediaciones del estadio. La policía impidió el acceso al estadio a los aficionados, a pesar de tener las entradas en su poder, al alegar que había un exceso de aforo.

La secretaría de Estado de Seguridad consideró que se habían producido "deficiencias en las medidas de control de permanencia y desalojo de espectadores" por parte del Cádiz en aquel choque, por lo que le impuso una sanción de 120.000 euros por una infracción "muy grave" de la ley de Prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. A finales de octubre, la Audiencia Nacional desestimó el recurso contencioso-administrativo presentado por el Cádiz contra esta sanción.

Los seguidores reclaman ahora cerca de 160.000 euros, de los que la mayoría (139.000) corresponden al daño moral, que el abogado ha valorado, valiéndose de la jurisprudencia existente, en mil euros por persona. El resto de los 18.000 euros corresponden al precio de la entrada, el viaje y la manutención. La mayoría de los afectados viajaron en autobús, pero hay casos de seguidores desplazados en avión desde diferentes partes del mundo. El Cádiz tiene ahora 20 días para responder a la demanda.