Valladolid se teñirá de azul mañana sábado. El oviedismo se movilizará para apoyar a su equipo en un campo amigo, el Nuevo Zorrilla, donde los azules tratarán de darle carrete a la buena racha de resultados, tres victorias en los últimos cuatro partidos. La afición carbayona ya ha comprado 1.600 de las 1.700 entradas que el club pucelano envió al Oviedo a principios de esta semana. Ayer, al cierre de esta edición, quedaban un centenar de localidades por vender, que seguramente se agotarán a lo largo del día de hoy. El precio de las entradas es de 25 euros y la venta es exclusivamente para abonados azules: cada uno podrá comprar la suya y la de otro socio presentando los dos carnés y los DNI.

La visita a Pucela es una de las más esperadas entre la hinchada azul, no sólo por el hermanamiento con la afición rival sino por la situación ocurrida la temporada pasada. Entonces, el Oviedo de Hierro jugó en Valladolid la primera jornada de Liga, pleno agosto, de lunes, día laborable, y a las diez y media de la noche. El resultado fue el lógico: pocos oviedistas en las gradas. El resultado fue 1-0 y el tanto del equipo local lo anotó José Arnaiz, hoy la sensación el Barça B. El club azulgrana pagó por él tres millones y medio de euros.

La cercanía entre las dos ciudades permitirá un desplazamiento por carretera. La Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) ha organizado un viaje a Valladolid por 15 euros, sin entrada, que saldrá del parking del Carlos Tartiere mañana a las ocho de la mañana y regresa después del partido. La reserva de plazas, que se efectúa en el Bar Delicias, finaliza hoy. Habrá, no obstante, muchos aficionados que hagan en coche el viaje entre las dos ciudades (256 kilómetros).

El hermanamiento entre las dos aficiones permitirá que los hinchas se junten por la zona centro de la ciudad antes del partido en el Zorrilla (18.00 horas).