Viktor Onopko piensa un poco y enseguida elige un momento como el mejor recuerdo de su etapa en el Oviedo. La victoria (0-1) en el campo del Barça. Un partido en el que Luis Enrique fue expulsado precisamente por agredir a Onopko y en el que parecía que el club azul había dado un paso casi definitivo hacia la permanencia. Algo que después se frustró y el equipo acabó descendiendo. "Fue un día perfecto", rememora el mediocentro.
El peor momento vino poco después. Y es que el equipo, a pesar de ganar en el Nou Camp, acabó descendiendo a Segunda. "Cuando bajamos fue muy duro, un momento muy complicado".
En Oviedo le quedan sobre todo amigos, de los que fueron compañeros en el campo y de los que hizo fuera del terreno de juego. A sus 48 años trabaja en lo que le gusta, en el fútbol, y lo hace en su país, que acogerá el próximo Mundial de fútbol. Pero en Oviedo tiene su otra casa. Aquí le espera su familia y su casa. El Oviedo.
