"Me da la sensación que Alfonso Herrero es el típico portero que si encuentra su espacio en el Oviedo puede ser un portero para muchos años. No creo que vaya a hacer cuatro partidos buenos e irse. Estoy convencido de que es un portero de futuro". Suscribe esta frase Luis Arturo, quien fue técnico del Vetusta la pasada temporada, y una voz autorizada para hablar de Alfonso Herrero, que debutó en la meta oviedista el pasado sábado en el Carlos Tartiere ante el Numancia causando una buena impresión.
Alfonso Herrero llegó hace un año en verano desde el Castilla para jugar en el Vetusta, aunque con vistas a reforzar al primer equipo cuando fuese necesario. Tenía por delante a Esteban y Juan Carlos, pero nunca perdió la ilusión de poder llegar al primer equipo azul. "El año pasado a estas alturas más o menos tuve una conversación con él. Le dije que creía que iba a tener oportunidades y que tuviese paciencia", destaca Luis Arturo.
En la cantera madridista estuvo jugando durante trece temporadas. Sus buenas actuaciones en Valdebebas le hicieron jugar con la selección sub-19. En el Real Madrid cumplió todas las etapas de la base hasta llegar al Castilla, donde estuvo dos temporadas, y coincidió con Zidane como entrenador. Aunque allí no tuvo la continuidad deseada, ya que jugó en su primera temporada ocho partidos, y al año siguiente uno, en un curso en el que el Castilla disputó la fase de ascenso para subir a Segunda.
La temporada pasada, tras su aterrizaje en Oviedo, se hizo indispensable para el filial azul. "Es un portero que tiene mucha rapidez y agilidad bajos los palos. Nunca había tenido un portero con tanta destreza en esa demarcación", destaca Luis Arturo, que además incide en otras de sus virtudes: "Transmite mucha seguridad y tiene una gran personalidad. Me quedo con la forma en la que afronta los partidos y su trabajo durante la semana".
En el Vetusta su papel fue determinante. "En diciembre, cuando estuvo lesionado, fue cuando peor lo pasamos", recuerda Luis Arturo. Porque con Alfonso Herrero bajo los palos el segundo equipo azul firmó un inicio de Liga muy bueno, con nueve jornada imbatidos, hasta que el Siero, en el décimo partido de la temporada, fue el primero que logró perforar la meta del Vetusta.
Fernando Hierro, que le conocía de la cantera del Madrid, fue su gran valedor, y el que le trajo a Oviedo. Y Alfonso Herrero se adaptó rápidamente. "Fue algo que nos sorprendió. Nos lo preguntábamos en el cuerpo técnico, ya que venía de Valdebebas, de Segunda B, y tenía que jugar en Tercera. Pero desde el primer momento se mostró con mucha ilusión y humildad", comenta Luis Arturo, que confía en que aún progresará más: "Tiene cualidades para jugar al primer nivel, pero es joven y no se le puede meter presión".
Anquela decidió el pasado sábado cambiar de portero. Juan Carlos, que había sido indiscutible las dos últimas temporadas, perdió la titularidad, en una decisión muy meditada por el técnico, que argumentó que "no quería asumir ningún riesgo", en alusión a algunas críticas recibidas por Juan Carlos por un sector de la afición. "Llevaba esperando un año y medio por ese momento. Para mí venir al Oviedo era un reto y una ilusión. Jugar en un estadio como el Tartiere es un sueño para cualquier jugador", resaltó Alfonso Herrero al término del partido ante el Numancia.
