Ha marcado tres goles y los tres han servido al Oviedo para sumar. El central Carlos Hernández está demostrando que además de evitar que su equipo reciba goles es capaz de marcarlos. El sábado, en el Carlos Tartiere, el andaluz dejó claro que su poderío cabeceador le sirve para evitar que los delanteros le ganen la partido en su área y también para imponerse cuando el Oviedo ataca a balón parado.

El tanto del sábado ante el Numancia despejó el camino para que el equipo azul acabara sumando una victoria de una importancia capital. Un tanto que dio tranquilidad al equipo, a pesar de que después el cuadro soriano logró empatar. Había pasado un cuarto de hora cuando un centro de Diegui Johannesson después de un córner botado por Aarón Ñíguez acabó en la cabeza del andaluz para que conectara un potente testarazo ante el que nada pudo hacer el meta rival.

Pero si importante fue el gol ante el Numancia no lo fue menos el que logró ante el Nástic en Tarragona hace un par de jornadas. El central empató a 1 el encuentro en el minuto 71 y el Oviedo terminó ganando ese partido con un gol de penalti de Aarón Ñíguez ya en el tiempo de descuento. Fue la primera victoria de los azules fuera de casa, la segunda consecutiva del equipo de Anquela. También ese tanto fue de cabeza, esta vez servido desde la banda izquierda por Aarón Ñíguez.

Saúl Berjón fue el encargado de botar el córner con el que Carlos Hernández marcó su primer tanto de la temporada. Otro de una importancia enorme. El central de Jaén cabeceió de manera impecable y empató un encuentro que se le había puesto muy cuesta arriba a los azules en un partido en el que el filial azulgrana había dominado en la primera parte. El Oviedo llegaba a ese encuentro tras empatar a 2 en casa ante el Zaragoza y perder por 2-1 en el campo del Albacete.

La faceta goleadora de Carlos Hernández no es nueva. El central suele marcar algún gol cada temporada, aunque en la actual va camino de superar su récord. La pasada campaña solo marcó un gol con el Lugo. Un tanto mucho menos importante que los que lleva con el Oviedo, puesto que los gallegos acabaron cayendo por 3-1 ante el Girona. Pero su temporada más goleadora hasta la fecha fue la 2015-16, también en las filas del Lugo. Esa campaña marcó cuatro tantos, siendo el cuarto máximo realizador de su equipo. Antes de eso había marcado un tanto más con el Sabadell, en la temporada 2013-14, dos más con el Zaragoza B, en este caso en Segunda B, y uno más con el Jaén, también en la categoría de bronce.

Los tres tantos que lleva esta temporada con el Oviedo le tienen ahora mismo como el tercer máximo realizador del equipo de Anquela, con los mismos tantos que Aarón Ñíguez y Linares, dos jugadores llamados a ser líderes en ese apartado. Tan solo Toché y Saúl Berjón, los dos con cinco tantos, superan al defensa.

El Oviedo tiene una cuenta pendiente esta temporada, recibir menos goles, pero al menos sabe que puede contar con el poderío cabeceador de un Carlos Hernández que se ha convertido en otra amenaza más de un equipo que tapa sus lagunas atrás con un poderío ofensivo que desborda a las defensas. Y es que cuando el balón vuela Carlos Hernández es tan peligroso como cualquier delantero.