A Tomás le gustaría que en el Oviedo contarán más con los exjugadores. Piensa que tienen cosas que aportar, que hay un legado que transmitir a los canteranos. "A veces parece que molestamos, pero está claro que los recuerdos, la historia, nunca se van a borrar", dice el madrileño. A sus 54 años considera que puede enseñar cosas: "Me gusta entrenar, pero estoy donde quiero estar. Ahora estoy muy feliz y muy tranquilo con los juveniles del Colloto. La gente piensa que jugar al fútbol es fácil y no lo es; yo estoy dispuesto a enseñar. Los chavales del Colloto poco a poco van entrando en la dinámica, van viendo por qué se hacen las cosas. Hay un motivo para hacer cada cosa en el campo", añade.

Formado en la cantera del Atlético de Madrid, llegó al Oviedo en la temporada 1985-86, con 22 años. De 1989 a 1994 estuvo en el Valencia, después pasó dos temporadas en el Racing de Santander antes de concluir su carrera en el Marino. En Asturias ha entrenado en La Corredoria, Centro Asturiano y Rosal.