Este Oviedo quiere ser diferente al de las dos temporadas pasadas y una de las cosas que quiere cambiar es el inicio de año que ha hecho desde que volvió a Segunda División. En el primer curso no le fueron tan mal las cosas, puesto que empató a 1 en el campo del Leganés, pero el año pasado fue un inicio duro tras caer goleado (5-2) en el campo del Sevilla Atlético.

El inicio de la cuesta de enero, pues, no se le da nada bien a este Oviedo, que ahora, además, le toca aparcar en Huesca, la plaza más complicada de todas si se mira la clasificación. El equipo dirigido por Rubi es el sorprendente líder de la categoría, con 39 puntos, cuatro más que los azules. El Huesca sólo ha perdido tres partidos en toda la temporada, los tres como visitante: en Granada, en León ante la Cultural y en Soria frente al Numancia. En casa, los de Rubi solo cedieron dos empates: frente al Reus Deportivo y contra el Sevilla Atlético, el colista de la categoría.

Los azules tienen muy mal recuerdo de su última visita a El Alcoraz. El año pasado, allá por noviembre, los azules perdieron 4-0, un duro correctivo que inició una serie de malos resultados a domicilio del entonces equipo entrenado por Hierro. Este curso las cosas parecen que pintan diferente. Los de Anquela son hoy terceros y, si ganan al Huesca, acabarán la primera vuelta en puestos de ascenso directo a Primera División.

La cuesta de enero, no obstante, deja después otra salida, en este caso Vallecas. El Oviedo jugará contra el Rayo Vallecano el viernes a las 21.00 horas. Ocho días después, el sábado 20, recibirá al Almería. Enero acabará con el partido en Reus, antes de recibir, ya en febrero, al Sporting.