- "¿Tiene frío?".

-"¡No! Y si lo tengo mejor".

En su salsa. Así estaba ayer Juan Antonio Anquela durante la rueda de prensa previa al partido que disputan hoy (21 horas) los azules en el campo del Rayo Vallecano. En manga corta, algo más mordaz que en otras ocasiones, el entrenador del Oviedo respondía una pregunta tras otra y hacía un énfasis especial en las que traía preparadas. Un veterano como él sabía que a estas alturas le tocaría responder sobre la llegada y la salida de jugadores. El mercado ha tenido poca incidencia de momento para los azules, nada más allá de la salida de Owusu al Cartagena, y de lo que pueda pasar en adelante Anquela tienen una cosa muy clara: "Si es mejor de lo que tenemos que vengan y si no a rezar y virgencita que me quede como estoy".

Insistió el de Jaén en recomendar a los jugadores que tienen pocas oportunidades que busquen un mejor acomodo, un lugar donde puedan "disfrutar". "Yo no quiero que se vaya nadie pero es que hay cosas en el fútbol... Yo se lo digo a ellos, es muy difícil que tengan sitios a día de hoy. Ellos necesitan jugar y en el Oviedo es muy difícil. Aquí todos queremos llegar pero irnos no queremos ninguno. Y eso es buena señal".

Uno de los que será difícil que tenga minutos es el central Nahuel Valentini. El argentino apenas cuenta en los planes del entrenador y Anquela no negó que su situación es complicada: "El futbolista es inteligente y él ha tenido sus ocasiones, como todos. Aquí hemos jugado todos. Yo lo he dicho muy claro, el que vea que no tiene minutos y quiere disfrutar se tiene que ir a otro lado. Y salir de aquí es complicado, no sé lo que nos da este club y esta ciudad que de aquí no queremos salir ninguno".

El discurso de Anquela apenas se desvió de lo que viene repitiendo semana tras semana. El entrenador, cuanto mejor va el equipo más intenta devolver a los suyos a la tierra y dejarles muy claro que esto acaba de empezar. "La palabra para definir lo que nos espera mañana (hoy) es batalla. El día que nos equivoquemos y no afrontemos el partido como debemos no le ganamos a nadie; eso lo tenemos muy claro". El entrenador insistía en que no conviene mirar mucho más allá del siguiente encuentro: "El fútbol, sobre todo en esta categoría, requiere ir a cada partido a competir y a jugar bien". Y la fórmula es la que pusieron en práctica ante el Huesca: "La fórmula es cómo el domingo en Huesca, estar siempre hasta el último segundo peleando y jugando bien a esto. Siendo un equipo", añadía.

Preguntado por los muchos jugadores apercibidos que tiene en el equipo, Anquela quiso lanzar un dardo por la tarjeta que vio Forlín ante el Huesca, la cuarta del central argentino, y que el Oviedo había recurrido: "No quiero meterme en líos, es una cosa que yo no puedo dominar, pero lo de Forlín me parece una sinrazón. Una jugada de fútbol normal, en la que llega media hora antes al balón, que lo despeja... No entiendo. La recurrimos, y no nos la quitan. No tenemos fuerza, los equipos de Segunda División en eso tenemos muy poca fuerza". Lo que sí tiene claro Anquela es que cualquiera de los suyos está preparado para salir al campo cuando sea requerido: "Cuando salga uno entra otro, que para eso están trabajando".

Y, además, ahora cuenta con más gente que nunca, con todos excepto con el canterano Viti, Fabbrini y Yeboah, que sigue en su país: "Queda poca gente lesionada y Viti está muy cerquita, lo que pasa es que hay que andar con cuidado con él. Pero eso son problemas para mí, sólo nos falta que venga el que se ha ido por ahí lejos y falta por venir", zanjó.