A Míchel solo le sirve una respuesta después de que el Rayo Vallecano, equipo al que entrena, perdiera (2-3) la pasada jornada ante el Nástic de Tarragona: ganar hoy (21 horas) al Oviedo. "Venimos de una derrota y necesitamos dar el máximo para ganar, dar nuestra mejor versión. Jugando bien podemos ganar a cualquiera y ese tiene que ser el objetivo ante el Oviedo", señalaba el entrenador del cuadro madrileño en rueda de prensa.

El Rayo se puede dar por satisfecho con lo hecho en la primera vuelta, en la que se ha logrado situar en los puestos de play-off y al acecho de los de ascenso directo. Antes de la derrota frente al Nástic, el Rayo llevaba seis jornadas sin perder, con cuatro victorias y dos empates. "Estamos donde nos merecemos y yo estoy satisfecho porque la dinámica es positiva, veo a gente comprometida y pienso que la afición comparte este pensamiento de entrega y de que se vacía el equipo", señalaba Míchel a modo de balance de la primera vuelta.

Aún así, el entrenador del Rayo pide más a los suyos: "No estamos en nuestro tope y no hemos tocado techo, aún tenemos que pasar del bien-notable al notable-sobresaliente y para eso tenemos que hacer un cambio para jugar mejor y después ese cambio dará resultados". Del Oviedo reconoce que la defensa de cinco le ha hecho un equipo más "sólido". "El Oviedo ahora juega con cinco defensas atrás, que son tres más dos carrileros de mucho recorrido y eso les ha dado seguridad defensiva y les ha hecho más sólidos. Cuando un equipo entra en dinámica de buenos resultados la confianza mejora", añadía.

Un buen momento que no preocupa excesivamente al que fuera jugador rayista, ahora entrenado: "Nuestra principal preocupación somos nosotros mismos. Haciendo las cosas bien podemos ganar a cualquiera". Eso sí, reconoce que para conseguirlo "hay que dar el 120%". Y el objetivo a partir de ahora es "hacer 21 partidos impresionantes para estar lo más arriba posible".