Mi última aportación en mi post O V G fue el 6 de noviembre del año pasado. Es interesante ver cómo dejando pasar algo de tiempo y, sobre todo, teniendo paciencia las piezas encajan por sí solas en su sitio.

Pero vamos a hacer un repaso de lo acontecido en el universo oviedista en estos últimos meses. Teníamos como asignatura pendiente ganar fuera del Tartiere y se hizo. Nos costaba dejar la portería a cero y se logró en varios partidos. Nos quejábamos de las bajas de determinados jugadores y nos hemos sobrepuesto con una facilidad pasmosa.

Dejar trabajar y tener confianza en nuestro pastor, en octubre se pedía el cese en determinados sectores. Un paisano que va por la calle con los brazos en la espalda y mirando al suelo, concentrado, solo pensando en el siguiente partido y sacando lo mejor de cada jugador, merece todos mis respetos.

Identidad y oviedismo es lo que he sentido estas Navidades por Vetusta, impresionante la tienda oficial del Real Oviedo, hordas y hordas de gente. Se palpa el azul en el aire de la capital del Principado. No nos dejemos llevar por la “empalmación” azul: partido a partido, pero no puedo negar que se ven visos. Me gusta la frase ‘’tenemos equipo’’.

Nuestra Peña Azul Amsterdam facturó una maleta con 80 bufandas que se repartieron como churros y seguimos teniendo lista de espera. Quién diría hace casi dos años que nuestra humilde peña está presente en cada uno de los partidos de nuestro querido Real Oviedo.

Dos salidas fuera, en Huesca y Vallecas, y salimos reforzados, nos respetan, algo que perdimos por nuestro viaje al infierno. No voy a hablar de arbitrajes porque para mí denota un signo de inferioridad: el Real Oviedo está por encima de cualquier ente que nos quiera parar.

Tengamos los pies en el suelo, queda mucho, sigamos trabajando y dejando trabajar. Estemos unidos con un solo objetivo. No comparemos con el pasado, solo no olvidemos de dónde venimos y dónde estamos, porque el futuro de la expresión ‘’Volveremos’’ se debe cambiar por el ‘’Estamos Volviendo’’.

20.000 socios (me da igual que no vayan todos al Tartiere), 20.000 oviedistas, 20.000 guerreros, 20.000 personas que defienden su club de toda la vida. Defendiendo una forma de vivir que pocos entienden. Claro que en esta vida existen cosas más importantes que un ascenso, pero que sería de nuestro día a día sin defender un color azul y una identidad propia.

HALA OVIEDO!!!