"El equipo cogió ritmo y la verdad es que es un privilegio ver cómo está", dice Juan Arias, que dice ser "socio de toda la vida". Raquel Alonso, su mujer, puntualiza que a ella la buena marcha del equipo sí que le hace más fácil visitar el Tartiere cada partido que juega allí el Oviedo.

Óscar Enjuto y Marta González, de la peña Azul Castrillón, están entregados a la labor que está realizando Anquela en el Oviedo. Para ellos todo lo que está consiguiendo el equipo es fruto del "trabajo" que les exige el técnico andaluz. "Espero que esta vez consigamos terminar bien la temporada", dicen al unísono. Óscar llegaba con algo de temor por las bajas y reconocía que le daba "un poco de miedo" el estado en el que llegará Verdés y que no pudiera estar en el once Forlín. Unos temores que al final no se cumplieron. Lo que tiene clara esta pareja de Castrillón es que este año va a ser "diferente" a los anteriores.

Otro entregado al "anquelismo" es Luis Fernández González, del ovetense barrio de La Corredoria, que llegó al campo acompañado por las pequeñas Paula Romay y Noa González. "Sueño con el ascenso", reconocía Fernández, al que la buena marcha del Oviedo le tiene completamente entusiasmado.

Fue un día también de solidaridad en el Carlos Tartiere. El Grupo Symmachiarii puso en marcha por noveno año consecutivo la operación "Kilo oviedista". Fueron muchos los aficionados del Oviedo que llegaron al Carlos Tartiere con su bolsa de alimentos no perecederos. Este grupo de oviedistas lleva toda la semana recogiendo comida en el pub El Desván, en la calle Rosal, y ayer completó el trabajo con en el Tatiere con motivo del partido ante el Almería. Los productos serán ahora donados.

Todos, aficionados y jugadores, hicieron que el día fuera perfecto en el Tartiere. La solidaridad y el entusiasmo con el que empezó la jornada fue después recompensado con la victoria del Oviedo sobre el Almería.