De Anquela destaca la claridad y ayer no fue una excepción. El técnico azul compareció públicamente antes de partir hoy rumbo a Cataluña para medirse al Reus (mañana, 18 horas) y habló sobre Olmes García, el nuevo delantero colombiano que fue presentado en el Carlos Tartiere. "No lo he visto nada, no puedo ser más sincero. El otro día mandó el doctor un vídeo y no sabía ni qué número era. Creo que va a ser bueno, porque la gente que trabaja aquí lo es y hay que ir a muerte con ellos".

Anquela abraza la política que tiene el club sobre los fichajes: no caer en locuras innecesarias de un mercado nacional loco. Hace pocos días, el Tenerife, rival con aspiraciones semejantes a las del Oviedo, se gastó medio millón de euros en Luis Milla, mediocentro del Fuenlabrada. El Oviedo, vista esa tendencia al alza en España, se ha visto obligado a ampliar fronteras, tanto en el mercado invernal como en el veraniego.

Así es cómo ha llegado Olmes García a este Oviedo, que con la incorporación del colombiano suma la novena nacionalidad al equipo. "Yo lo que pido son imposibles, porque están pillados, yo pido a los mejores. Si no puede ser, pues hay que ir a buscar y hay gente aquí que lo hace bien. A seguir peleando. Es uno más y a ver si tenemos la suerte de que aporte", indicó Anquela, que pide calma con el colombiano. "Lleva entrenando quince días, eso sí lo sé. Empezó su pretemporada el día 3 de este mes. Vamos a ir con tranquilidad y hacer las cosas bien".

Anquela es fiel a la receta de su éxito: trabajo y humildad. "Los aires de grandeza y la prepotencia son lo peor que puede tener un equipo. Nosotros no podemos entrar en ese juego ni lo haremos jamás. No somos mejor que ningún equipo. Siempre estoy repitiendo lo mismo, pero el día que no compitamos seguramente que ni empatemos. Ya visteis cómo sufrimos el otro día contra el Almería, nos cuesta muchísimo ganar un partido".

No se fía el técnico azul del Reus y recuerda el precedente del Oviedo el año pasado: derrota en el Tartiere (0-1) y empate en Reus (1-1). Además lo hace en primera persona pese a que el jienense no era el inquilino del banquillo azul, una muestra más de la implicación de Anquela en este proyecto. "Contra ellos el año pasado sacamos un punto de seis. Mañana intentaremos sacar algo más. Nos toca trabajar y apretar, y si no lo hacemos nos ganan, hay que estar a lo que hay que estar", recalcó. Se nota que al entrenador del Oviedo le agrada el Reus, un conjunto muy rocoso. "Es un muy buen equipo de fútbol". Anquela, hombre de pocas dudas, ya sabe los hombres que saltarán de inicio mañana. "Tengo claro el once. Entra uno y sale otro, no hay más. No podemos perder el norte".

El estadio del Reus, el Camp Nou Municipal, es uno de esos campos típicos de Segunda. De los que pueden parecer pequeños de dimensiones si sólo atendemos a su escasa capacidad (4.450 localidades). "De dimensiones será parecido al nuestro. Cuando estaba en Alcorcón la gente llegaba al campo y decía que era pequeño. Pues el estadio del Alcorcón es más ancho que el Tartiere", aseguró Anquela. Circunstancia que también se cumple con el estadio del Reus, que supera al Tartiere por dos centímetros de ancho.

Durante la semana se había especulado con la posibilidad, pero Anquela finalmente decidió no arriesgar y dejó a Fabbrini fuera de la convocatoria junto con Pucko y Olmes García, que también se quedan sin viajar a Reus. Fabbrini estuvo muy activo durante la semana en El Requexón y dio muestras de estar recuperado de la larguísima lesión que lo mantuvo seis meses fuera de combate. Anquela, conservador con las lesiones de sus pupilos, es cauto con el mediapunta. "Se le ve bien, muy bien, pero necesita un poco más de tiempo para que gane ritmo y confianza. Con las ganas que tiene estará con nosotros muy pronto", aseguró.

También habló Anquela sobre el estado de forma de Toché, pieza clave en la última victoria del equipo ante el Almería con un gol y una asistencia. "El fútbol tiene su tiempo y su momento. Para jugar hay que estar al cien por cien y estar para los noventa minutos. Eso Toché lo tiene clarísimo, sabe cuándo tiene que dar el do de pecho y lo único que tenemos que hacer es cuidarlo e ir metiéndolo poco a poco. No está para los noventa minutos, en el partidillo del miércoles no jugó. Ir contra natura en lo que te dicta el fútbol es difícil y arriesgado".

Anquela no quiere ni oír hablar del derbi, que está ya en la boca de todos los aficionados. "Sólo me preocupa el Reus, si miramos más allá nos equivocaremos y verás qué recibimiento nos da el fútbol", sentenció.