Cuando el árbitro señaló el final del encuentro en Reus, se derrumbaba el último muro autoimpuesto por el Oviedo, el que impedía hablar del derbi. La orden obedecía a una cuestión de concentración,: querían evitarse distracciones peligrosas de cara al encuentro previo. Pero superado ese último obstáculo, la puerta quedo abierta. "Hay que disfrutar esta semana y tomárnosla como una más", abrió el fuego Anquela en la sala de prensa. "La gente responderá, el campo estará lleno. Queremos no defraudares y ganar los tres puntos", le siguió Folch en la zona mixta. Alfonso Herrero pronunció una de esas frases que suenan a lema: "Para muchos de nosotros será el partido más importante de nuestras vidas", El derbi, a pesar de las cautelas, significa mucho más que tres puntos.

Es mucho más para los seguidores, por supuesto, ansiosos después de tantos años de recuperar la rivalidad directa. Pero también para los clubes. El fútbol, territorio donde los sentimientos y los estados de ánimo pueden hacer milagros, depende de momentos puntuales. Hay temporadas que se definen por victorias estratégicas, puntos de inflexión que marcan un rumbo determinado. El derbi es, a todos los efectos, mucho más que un partido.

"Viviré la semana como siempre: entrenar, volver a casa, estar con mi familia, salir a pasear? Nada diferente a lo de siempre. En la calle seguro que se vive de una forma distinta porque para los oviedistas será especial. Pero debemos afrontarlo con tranquilidad, como si fuera un partido más", David Rocha encara a sus 32 años uno de los choques más calientes de su carrera pero lo afronta apoyado en su experiencia y calma para analizar las cosas. Es uno de los capitanes.

Anquela ya advirtió en Reus la necesidad de mantener la rutina de todas las semanas y la planificación parece seguir esa línea. El equipo se entrena hoy, en la clásica sesión de recuperación del esfuerzo del fin de semana. Descansará el martes y regresará al trabajo el miércoles. La sesión del viernes se reserva a puerta cerrada, como sucede habitualmente. Lo único que queda por matizar es cómo será el último entrenamiento antes del choque, el del sábado. El análisis del rival también sigue su curso habitual. Ayer, dos miembros del cuerpo técnico, Dani Mayo (analista asistente) y Sergio Segura (preparador de porteros), estuvieron en El Molinón analizando el Sporting - Nàstic. Los buenos resultados avalan el trabajo. La idea es la continuidad en la rutina.

La orden, pues, queda clara dentro de El Requexón: tranquilidad y mantener las buenas costumbres. Aunque el vestuario es consciente de que de puertas hacia fuera no es un partido más. "Sabemos que para todos los oviedistas es una cita especial. Son muchos años esperando este partido y ha habido momentos en los que han tenido que tragar mucho barro. Saldremos con todo para hacerles los hombres más felices del mundo", indica Rocha que lanza una aproximación sobre el choque que se espera: "Será un encuentro competido, seguro, con nervios y mucha tensión. Hay que aprovechar la dinámica que llevamos".