El defensa oviedista con alma de delantero está listo para el derbi. Anquela recupera a Carlos Hernández tras su sanción por acumulación de amarillas ante el Reus y, salvo sorpresa de última hora, el central jienense regresará a la titularidad contra el Sporting (domingo, 18 horas). No parece que Anquela vaya a realizar grandes cambios y lo esperado es que el Oviedo salga el domingo con su defensa habitual, la formada por Johannesson, Hernández, Forlín, Christian y Mossa. El quinteto, inalterable para Anquela, solo ha sido modificado por exigencias del guión, ya sean sanciones o ausencias, desde que el jienense instauró el sistema de tres centrales y carrileros largos que tan buenos resultados le está dando al Oviedo.

Por lo visto, en el entrenamiento de ayer en El Requexón se deduce que Anquela no alberga dudas para la defensa contra el Sporting: en los ejercicios tácticos Hernández probó en su posición habitual, como central derecho. Verdés, que sería la primera alternativa al zaguero jienense, ejerció ayer como libre, una posición reservada para Forlín.

Con la vuelta de Hernández Anquela no recupera únicamente a su central derecho titular. El defensa es una de las armas ofensivas más peligrosas de este Oviedo. No en vano lleva cinco goles, siendo el segundo máximo goleador del equipo junto a Berjón y Ñíguez. Toché, con seis goles, es el máximo artillero del equipo. La poca vistosidad de los partidos de Segunda se multiplica en los partidos de alta tensión como el derbi. Por eso el balón parado se torna sustancial y es ahí donde Hernández es protagonista. Sus cinco tantos han llegado tras jugadas a balón parado alternando dos modalidades: de remate directo tras saque, como contra la Cultural en Oviedo (3-0), Barcelona B a domicilio (1-1) o Rayo en Vallecas (2-2), o de centro tras saque en corto, como sucedió ante el Nàstic en Tarragona (1-2) y contra el Numancia en el Tartiere (3-1).

Que Hernández sea un defensor con alma de delantero no sorprende por lo que se ve durante la semana en El Requexón. El jienense es un killer habitual de los entrenamientos y suele ser de los máximos anotadores en los partidillos de dimensiones reducidas. Hernández también tiene otro pequeño logro: hasta el momento sus cinco goles le sitúan como el defensa más goleador de todo el fútbol profesional. Le siguen Isaac Carcelén, lateral de la Cultural, con cuatro goles y Lenglet, central del Sevilla, que ha anotado tres tantos. El protagonismo de Hernández esta temporada no altera la confianza que tiene Anquela en Verdés. El central ha perdido el puesto por el buen rendimiento de la zaga, pero Anquela le sigue teniendo en alta estima. El valenciano se lesionó en octubre en el partido contra el Tenerife (1-1 en el Tartiere) cuando estaba siendo un fijo para Anquela y estuvo ocho jornadas fuera de combate, hasta que volvió a una convocatoria en el partido contra el Lorca. Anquela, que no acostumbra a cambiar una alineación si funciona, no le volvió a dar la titularidad hasta hace dos jornadas, contra el Almería, aprovechando la sanción de Christian y Forlín. También repitió en el once ante el Reus la semana pasada, cuando Hernández cumplió ciclo por cinco amarillas. Ahora deberá esperar su oportunidad.

El entrenamiento del equipo ayer fue de los típicos de Anquela. Que sea semana de derbi no altera la rutina azul. El técnico, como es habitual, dividió al grupo en dos para realizar trabajo táctico y la sesión concluyó en un partidillo con dimensiones reducidas.

El técnico animó a los suyos y les insistió en prestar atención a todas las situaciones que surjan en un partido. En el trabajo táctico dejó una de sus frases llamativas: "Hay que estar atentos y aguantar el ritmo. Como el monaguillo listo que sabe donde guarda el cura el vino". Anquela no negocia la intensidad.