Arriba, Patán, el personaje de los "Autos Locos" que ejerce de símbolo del grupo, sonríe junto a un escudo del Oviedo. Detrás tiene los principales monumentos de la ciudad. Abajo, el lema: "Oviedo, por todo y ante todo". Sin referencias al eterno rival y mostrando un esmerado trabajo a mano, Symmachiarii lució en los minutos previos al choque ante el Sporting una de sus escenografías más impactantes en su amplia lista de tifos para recordar. La puesta en escena, con el himno del Oviedo sonando de fondo mientras los futbolistas de los dos equipos pisaban el césped, fue para muchos el primer gol azul en el derbi. El clímax se había logrado tras muchas horas de trabajo, una inversión importante y el secretismo en la elaboración.

Que la idea no trascendiera fue uno de los principales objetivos desde el que comenzaran los trabajos, allá por el 26 de diciembre de 2017. La elaboración del tifo quedó en manos de un grupo reducido de miembros. Tenía su razón de ser. En el partido de la primera vuelta, disputado en El Molinón, Symmachiarii había conocido previamente la temática del mural presentado por Ultra Boys: Un Caminante Blanco, personaje de Juego de Tronos y una frase, "Somos vuestro invierno". Desde la esquina azul se desplegó una pancarta al mismo tiempo, con los dos equipos pisando el terreno de juego. "Para Sam sigue siendo verano", decía la réplica. Sam Tarly es en la serie el primero en acabar con uno de los caminantes blancos. De ahí que la elaboración del mensaje fuera secreto de estado.

Reducir la mano de obra hizo que el trabajo en el mural se multiplicara desde algo más de un mes antes de la cita. Los miembros del grupo emplearon unas 8 horas diarias en la confección del tifo. En unos tiempos en los que muchos grupos optan por pancartas prefabricadas, subvencionadas en muchos casos por los propios clubes, Symmachiarii prefirió la versión más clásica. Las más de 250 horas de trabajo tuvieron un resultado impactante.

Al mensaje nacido desde el fondo norte había que sumar la participación del resto del estadio. Para ello, se distribuyeron 25.000 cartulinas (15.000 azules y 10.000 blancas) por el estadio. Symmachiarii logró que algunos patrocinadores sufragaran parte del despliegue pero el gasto fue importante. Se invirtieron unos 2.000 euros en cartulinas, 1.500 en pintura, 1.000 en tela y otros 1.000 en otros materiales como cintas o silicona. En total, entre 5.500 y 6.000 euros, el doble de lo que suele suponer un tifo.

Con una inversión importante y un trabajo descomunal detrás, solo faltaba que todos los detalles encajaran en el momento preciso. La lluvia amenazó con chafar algunas de las cartulinas colocadas en los asientos previamente, pero la mejora en el último día facilitó las cosas. La puesta en escena resultó impoluta. En el fondo norte se desplegó el mensaje ya comentado. Suponía el mural más grande que ha elaborado Symmachiarii hasta la fecha, con 20 metros de alto y 70 de ancho de los monumentos junto a los 2,5x40 metros del mensaje, superando los 20x50 que medía el tifo exhibido ante el Eibar en 2012.

La idea plasmada sobre el fondo norte, a la vista de todos los puntos del estadio, estaba destinada al play-off de la temporada pasada pero el descalabro al final del curso hizo que se guardara de nuevo en el baúl. Ante el Sporting sí se dio la ocasión para mostrarlo, en una presentación que ya forma parte de la memoria de los seguidores azules en una jornada para recordar.