El Oviedo se ha especializado en darle la vuelta a partidos que se le ponían en contra. El último ejemplo fue el vivido el domingo en el Tartiere en el derbi frente al Sporting. Los azules empezaron perdiendo con un gol de Jony para los rojiblancos y acabaron dándole la vuelta al marcador con dos grandes goles de Mossa. Pero este no es el único caso. De hecho, los azules son el equipo de Segunda que más puntos ha sumado (16) en partidos en los que ha comenzado perdiendo: el rival se le ha puesto al Oviedo por delante en el marcador en once ocasiones y solo han acabado perdiendo en tres de ellas.

La primera vez que el Oviedo consiguió igualar esta temporada un partido que se le ponía cuesta arriba fue en la cuarta jornada de Liga y precisamente fue ante el Sporting. El regreso del derbi asturiano, con su primer episodio vivido en El Molinón, se inició con un tanto de Carmona que ponía las cosas de cara a los rojiblancos. El gol llegó rápido, a los trece minutos de juego, y el encuentro transcurrió sin que el marcador se volviera a mover hasta que Toché tradujo el dominio azul en el último tramo del partido en el tanto del empate, que llegó en el minuto 85 para que los azules sumaran un valioso punto.

Cuatro jornadas después, el Oviedo volvió a salvar un punto en un encuentro que comenzó poniéndosele en contra. En este caso fue en el campo del Barcelona B. Carlos Hernández empató el tanto inicial de Arnaiz. Un punto que tampoco supo a mucho a los de Anquela, que no atravesaban entonces por un buen momento ni de juego ni de resultados.

La primera vez que el Oviedo consiguió una remontada completa fue en un partido que con el tiempo se ha comprobado de gran importancia. Al choque frente al Lugo en el Tartiere el Oviedo no llegaba en buenas condiciones. El entrenador del Oviedo había dicho en varias ocasiones que a su equipo le costaba competir y que recibía demasiados goles. Una derrota ese día hubiera sido un duro golpe. Christian Herrera puso el 0-1 y parecía que se acercaba el desastre. Aparecieron Saúl Berjón y Linares para darle la vuelta al marcador (2-1), pero aún Azeez dio otro disgusto a la parroquia azul con el tanto del empate (2-2). El júbilo se alcanzó cuando Ñíguez dio los tres puntos al Oviedo (3-2) con un golazo de falta.

El Oviedo había salvado un primer envite y en la siguiente jornada le tocaba demostrar que también era capaz de ganar fuera de casa. No parecía que fuera a ser posible frente al Nástic, puesto que los catalanes se adelantaron por medio de Manu Barreiro. Pero primero Carlos Hernández y después Aarón Ñíguez gracias a un penalti provocado por Mossa dieron otra victoria al equipo de Anquela.

Ya en mucho mejor situación, el Oviedo volvió a salvar un punto cuando se le pusieron en contra dos partidos a domicilio frente a dos rivales de la parte de arriba de la tabla: Huesca (1-1) y Rayo Vallecano (2-2). Dos encuentros en los que Anquela se quedó con la sensación de poder haber sacado algo más. Volvieron a remontar en el campo del Almería (1-2) en la 23ª. jornada y el éxtasis llegó en la pasada, cuando un doblete de Mossa les dio los tres puntos en el derbi asturiano.