El Oviedo lleva sin perder en el Carlos Tartiere desde el 20 de agosto. Fue en la primera jornada de Liga frente al Rayo Vallecano. El equipo madrileño le dio la vuelta (2-3) a un encuentro que había comenzado a favor de los azules con un tanto de Saúl Berjón. Desde entonces, el Oviedo se ha convertido en un equipo de una solidez a prueba de bombas cuando juega en su campo. Tanto es así que se encuentra a una victoria de sumar su octavo triunfo seguido en casa, una marca que no lograba desde la temporada 1975-1976, hace la friolera de 42 años. Esa temporada, con el equipo en Primera División, el Oviedo ganó todos sus partidos en el viejo Tartiere entre el 18 de enero y el 9 de mayo.
La mejor racha histórica del Oviedo en casa llegó al final de la temporada 1961-1962 y el inicio de la siguiente, la 1962-1963. Durante ese periodo, el Oviedo encadenó 12 partidos sin perder, tres duelos en la primer curso y nueve en el segundo.
Se da la circunstancia que en la temporada 1975-1976, la última en la que se logró ocho victorias, el equipo, con Vicente Miera de entrenador, acabó descendiendo a Segunda División tras finalizar antepenúltimos, con veintisiete puntos (las victorias valían dos), a un punto de la salvación, que estableció el Elche. Pero es que aquel Oviedo, a diferencia de lo que está haciendo el actual, tardó en empezar a sumar triunfos en su campo y fuera solo consiguió una victoria (0-2) ante la Real Sociedad. A domicilio sólo sumó dos puntos frente a Salamanca (0-0) y Las Palmas (0-0).
La historia de esta temporada es bien diferente, puesto que el Oviedo ha sido solido en casa desde el principio, con solo una derrota, y ahora, cuando falta el tramo final de la temporada, está embalado. La racha comenzó en la undécima jornada frente al Córdoba (2-0). No andaba muy bien por entonces el equipo de Juan Antonio Anquela, duodécimo en la clasificación con tan solo una renta de tres puntos con los puestos de descenso. Al equipo le costaba sumar fuera y recibía demasiados goles. A esa victoria le siguió una dolorosa derrota (2-0) ante el Alcorcón. El siguiente partido en el Tartiere, el que consiguieron remontar al Lugo (3-2), marcó un antes y un después esta temporada y convirtió además al municipal ovetense en el refugio donde resguardarse cuando las cosas no funcionaban.
Tras el encuentro ante el Lugo, el Oviedo jugó dos encuentros a domicilio. Uno se lo ganó al Nástic (1-2) y el otro lo perdió ante el Valladolid (3-1). De nuevo el Tartiere puso las cosas en su sitio y la clara victoria (3-1) frente al Numancia supuso además el inicio de otra racha impresionante del Oviedo: hasta la derrota (2-1) del sábado en Cádiz los azules encadenaban diez encuentros seguidos sin perder (siete victorias y tres empates). Osasuna (1-0), Cultural (3-0), Almería (2-1) y Sporting (2-1) fueron las siguientes víctimas del Tartiere.
El equipo de Anquela buscará el sábado ante el Albacete un triunfo como trampolín para otra gran racha.
