Ataviado con su bufanda oviedista, el frío crecía cerca de las 9 de la noche, Antonio Hidalgo, 30 años de socio, lo tenía claro. "El Oviedo es un club señor y como tal me parece perfecto que se rinda homenaje a una figura del fútbol asturiano como Quini", indicó en los aledaños del Carlos Tartiere. Luisa Almanzar coincidía en su juicio: "Fue una figura del Sporting, sí. Pero también un perfecto ejemplo de los valores que deben dominar el fútbol". En los minutos previos al comienzo del choque, la sensación era unánime en la familia oviedista: Quini merecía un tributo. "Yo nunca le he visto jugar, pero mi padre dice que era de los mejores delanteros de España",

La salida de los dos equipos al terreno de juego rompió la fría monotonía que acompaña a cualquier choque que se dispute a las 9 de la noche. Más aún si se disputa un viernes. Lluvia intensa para la salida de carbayones y culés que se situaron en el círculo central, también estaban los colegiados, para el minuto de silencio. Por megafonía, el speaker del Oviedo anunciaba el homenaje: además de Quini, se honraba al recién fallecido Valentín Pañeda, exsecretario de la Federación Asturiana de Fútbol.

El Tartiere guardó el silencio más respetuoso durante un minuto y, una vez cerrado el paréntesis por el colegiado, dedicó una sonora ovación al exjugador del Sporting.

No fue un acto aislado el vivido ayer en el Tartiere por parte del oviedismo. Desde el mismo momento en el que se conoció el fallecimiento de Quini, las muestras de condolencia se sucedieron desde la familia oviedista. La primera señal llegó minutos después de confirmarse la muerte del emblema sportinguista. La reacción inicial llegó a través de la cuenta de Twitter del conjunto azul: "Con la sonrisa y el corazón de un gran caballero, que harán más eterna tu leyenda. Así te recordaremos. Descansa en paz, Brujo. Hasta siempre".

Emotivo minuto de silencio por Quini en el Tartiere

Emotivo minuto de silencio por Quini en el Tartiere

Al día siguiente, una amplia expedición azul se desplazó a El Molinón para rednir homenaje a Quini. No faltó Juan Antonio Anquela, que dedicó unas bonitas palabras al fallecido: "El primer mensaje que recibía cuando ganaba, siempre era de él".

El influjo de Quini impregnó los minutos previos a un choque que se disputó bajo una intensa lluvia. No importaron las condiciones climatológicas ni el horario. Al público, 12.750 espectadores en el día de ayer, no le costó meterse en el partido. Ayudó un comienzo serio de los de Anquela, con Fabbrini como agitador del encuentro, y las desconcertantes decisiones de un árbitro, Milla Alvendiz, que pronto se convirtió en protagonista, especialmente a partir de la expulsión de Anquela pocos minutos antes del descanso del partido.