El Oviedo de esta temporada nunca había sacado tan poco botín de un periodo de cuatro jornadas como los dos puntos que lleva en su actual racha negativa. El equipo de Anquela llegó a encadenar cinco encuentros sin ganar, entre la sexta y la décima jornada, pero nunca se había quedado con dos puntos en cuatro partidos. El peor Oviedo hasta la fecha coincide además con el momento del calendario por el que pasan ahora los azules, pero en la primera vuelta. Si bien, en aquel momento sumaron tres empates seguidos que le rentaron tres puntos.

Los de Anquela están acusando su falta de puntería. Desde el derbi ante el Sporting, en el que ganaron 2-1 gracias a los goles de Mossa, el Oviedo tan solo ha marcado otros dos tantos en cuatro partidos. Dos goles que además no sirvieron para nada al conjunto azul, puesto que en esos encuentros acabó perdiendo: 2-1 ante el Cádiz y 2-1 ante el Zaragoza. Dos derrotas en las dos últimas salidas del equipo.

En cambio, los dos puntos que ha sumado han sido en casa y han llegado gracias a la solidez defensiva y no al acierto en ataque. Los encuentros en el Tartiere ante el Albacete y Barcelona B se saldaron con sendos empates a cero. Ni siquiera la vuelta de Toché en el encuentro ante el filial azulgrana sirvió al Oviedo para cambiar esa mala racha. Eso sí, el delantero murciano marcó un tanto que le fue anulado por un fuera de juego inexistente.

Fallos arbitrales al margen, lo cierto es que el Oviedo ha dado un bajón tras el derbi. Los de Anquela visitaron Cádiz después de haber sumado diez encuentros seguidos sin perder, una racha que llegó a su culmen con el gran triunfo logrado en un derbi que regresaba al Tartiere quince años después. Pero el tono bajo del entrenador azul y sus palabras de prudencia empezaron a cobrar sentido de inmediato.

La derrota (2-1) ante el Cádiz fue injusta tanto por la errónea expulsión de Rocha como por lo visto sobre el terreno de juego. Los azules merecieron sumar al menos un punto en El Carranza y estuvieron cerca de lograrlo. Un encuentro en el que sacaron la casta suficiente como para ser capaces de adelantarse en el marcador jugando con un hombre menos en uno de los campos más complicados de la categoría. Pero el tanto de Linares al final no sirvió para llevarse nada positivo de tierras gaditanas.

Tocaba volver a casa y tratar de hacer olvidar el tropiezo con una victoria ante el Albacete. En ese encuentro se vio a un Oviedo más espeso, al que le costaba más generar ocasiones de gol y que no pudo con un ordenado y sólido Albacete. Los manchegos se llevaron un punto del Tartiere y al Oviedo se le escaparon dos de un campo donde esta temporada apenas está concediendo nada.

La papeleta en la siguiente jornada también era muy complicada para el equipo azul. El Oviedo visitaba uno de los campos con más solera y más historia de Segunda: La Romareda. Y lo hacía enfrentándose a un Zaragoza que, si bien no está teniendo una buena temporada, llegaba tras sumar dos victorias seguidas y tres en las cuatro últimas jornadas. Un equipo el maño que se jugaba muchas de sus opciones de seguir en la lucha por el play-off ante el Oviedo. Los azules cayeron (2-1) y encadenaron su tercera jornada seguida sin ganar.

Una mala racha que esperaban zanjar el viernes en el Tartiere ante el filial del Barcelona. Tampoco tuvieron suerte los azules por la altura de la temporada en la que cogieron a los azulgranas. Un equipo al que en la primera vuelta le había costado sumar y que llegaba al Tartiere en un gran momento y habiéndose alejado de la zona peligrosa de la clasificación. Un Barcelona B que también fue capaz de sacar un punto del Tartiere ante un Oviedo que se volvió a quedar a cero. Fueras de juego inexistentes aparte.