Se la dejaron en boca de gol y, por supuesto, no fallaron. Toché y Linares desaprovecharon la "asistencia" de Raúl Marcos y Alejandro Gutiérrez, dos chavales, oviedistas hasta la médula, que conmovieron al fútbol con su historia. Raúl tiene nueve años y es delantero del Atlético Lugones. Desde hace un tiempo dona los dos euros que le da su madre por cada gol que marca para investigar la enfermedad que padece su amigo, Alejandro, que sufre el síndrome Duchenne, una enfermedad rara y degenerativa, sin cura y con una esperanza de vida de 30 años. Su historia fue publicada hace once días por LA NUEVA ESPAÑA y traspasó las fronteras del fútbol y llamó la atención del Oviedo, que no dudó en sumarse a la causa en un gesto que humaniza a los clubes. Los dos niños pedían ayuda a Linares y a Toché, sus ídolos, querían que se sumara a la iniciativa "Goles Solidarios". Y Linares y Toché, que son personas antes que futbolistas, aceptaron. Son, serán, sus goles más solidarios.

Todo sucedió ayer, un día inolvidable para los chavales. De repente, a la puerta del colegio les esperaban sus familias con el chandal del Real Oviedo. Cambio de ropa en una visto y no vista y al coche. ¿Destino? El Carlos Tartiere. Sin entender qué estaba pasando, los pequeños entraron al interior del estadio, cruzaron el túnel de vestuarios por el que cada 15 días saltan al campo sus ídolos y les dirigieron al banquillo. "Cerrad los ojos", les pidieron mientras se sentaban en uno de los asientos del banquillo. "Ahora, abridlos", les dijeron. "¡Buah, alucinamos!", define Marcos, oviedista hasta la médula. No era para menos: tenían enfrente a Toché y a Linares. Los delanteros azules arroparon a los chicos y les dijeron que colaborarán con ellos por cada gol que marquen. "Les conté mi iniciativa y les gustó mucho", asegura Marcos sobre la conversación que mantuvieron los cuatro -los dos futbolistas y los niños- mientras paseaban por el verde del Tartiere. "Nos dijeron que se iban a sumar a la iniciativa y que ellos también van a donar dinero por cada gol que marquen", abunda.

Además de conseguir reclutar a sus ídolos, conocer las entrañas del estadio de sus amores y pisar el césped de sus sueños, Marcos y Gutiérrez también tuvieron la suerte de llevarse otro regalazo. "Un balón firmado por toda la plantilla", presume con orgullo el delantero del Atlético Lugones, "muy ilusionado" con la jornada de ayer. "Para nosotros los adultos, que queremos dar visibilidad a esta enfermedad y recaudar fondos para promover su investigación, es una ayuda grandísima; y para ellos, que su meta con 9 años era llegar a sus ídolos, Toché y Linares, también", celebra Mari Paz Hermida, madre de Alejandro y coordinadora de eventos de Duchenne Parent Project.

Conseguido el sí de sus ídolos, ahora los pequeños sólo esperan que Toché y Linares marquen muchos goles en el último tramo de Liga. Lo que tendrán más difícil será alcanzar los números de Marcos, que ya los cuenta por decenas y que ha conseguido recaudar más de 200 euros para la investigación. "Este fin de semana marqué otros cuatro", asegura con una sonrisa el "pichichi" de la solidaridad, que le dedica todos sus goles a su amigo. Ahora los delanteros de su equipo también lo harán.