Para Anquela, en el fútbol las cuentas son poco más que cuentos. Al técnico del Oviedo sólo le preocupa lo que se le viene encima mañana (18 horas) frente al Alcorcón. Un rival que para él es especial y que le merece todos los respetos. En el conjunto madrileño se hizo Anquela conocido tras eliminar al Madrid en la Copa del Rey y allí logró también el ascenso a Segunda.

Desde entonces, según Anquela, el Alcorcón se ha convertido en un equipo puntero en la categoría de plata: "No sé si alguno de los que estamos en Segunda tenemos en los cinco últimos años el currículum del Alcorcón. El Alcorcón ha jugado dos liguillas y media: una la perdió aquí porque el Osasuna metió un gol más y en otra se quedó a un gol de subir a Primera. Ése es el Alcorcón y ese es el equipo que nos vamos a encontrar. Ahí están los números y la historia. Lo único que tenemos que hacer es respetar al máximo esa historia y salir a trabajar como en cada partido. Y a competir".

Tanto teme al Alcorcón que avisa de que les pondrá las cosas aún más difíciles que un Albacete que empató a 0 en el Tartiere y del que Anquela también había avisado: "Este va a ser un partido más difícil todavía que el del Albacete. Cuando recibimos al Albacete estuve toda la semana diciendo cómo iba a ser y no me equivoqué ni una coma", decía.

Preguntado por el sufrimiento que le espera al equipo en lo que resta de temporada para conseguir el objetivo de meterse en el play-off de ascenso, Anquela respondió que lo que les queda es poco menos que una guerra sin cuartel: "Estamos inmersos en una batalla, en una lucha, y a ver si somos capaces de seguir compitiendo y seguir estando ahí hasta el final"

Pero, sobre todo, lo que el entrenador del Oviedo quiere evitar es que se mire más allá del siguiente partido y que se piense demasiado en que tienen seis partidos en casa, donde esta temporada sólo han perdido un encuentro (2-3 ante el Rayo Vallecano en la primera jornada) y cuatro fuera: "Según el cuento de la lechera es así. La realidad ya veremos. El fútbol da unas vueltas tremendas y yo sólo sé lo que me voy a encontrar el sábado (mañana). Los números dicen eso pero es el cuento de la lechera y eso es una cosa que no podemos ni debemos manejar", sentenciaba.

Lo que sí que reconoce el andaluz es que la plantilla está entusiasmada con el reto que tienen por delante y que son conscientes de lo que supondría clasificarse para el play-off: "Tenemos mucha ilusión por lo bonito que sería y por lo mucho que está esperando nuestra gente que demos el nivel que se requiere para competir con los de arriba. Cuando hemos dado ese nivel hemos sido capaces de igualarnos e incluso de mejorar a cualquier rival".

Y eso es lo que pretende Anquela, que su equipo siga dando el máximo para ver si les alcanza: "Estamos ahí, con mucha ilusión, con ganas de seguir compitiendo, sabemos lo que nos cuesta. El domingo pasado jugamos un partido en el que todos estuvimos casi al 100% y no fuimos capaces de ganarlo. Esto es la Segunda. Yo lo digo aquí cada semana y parece que digo las cosas por decir; pero digo la realidad, no engaño a nadie, digo lo que veo y lo que creo que va a pasar. Y hasta el día de hoy me estoy equivocando muy poquito", añadía. Una reflexión que repitió varias veces en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Alcorcón: "Somos un buen equipo cuando damos nuestro máximo nivel y ahora es el momento: hay que ganar mañana y pensar en el siguiente. En el fútbol las cuentas se desarman. Hay que estar peleando cada partido como si fuera el último".

Otra de las recetas que propone Anquela para que las cosas vayan bien hasta el final es tener calma: "Lo que no hay es que perder nunca la compostura. En el fútbol hay que estar peleando hasta el último minuto del último partido. En muchos equipos a mí me ha sucedido eso y por eso lo repito una y otra vez".