La diferencia con los dos últimos años, tristes epílogos para la memoria carbayona, es que en esta ocasión el bajón ha llegado antes de tiempo. El Oviedo atraviesa su crisis más acentuada de la temporada, chafados los deseos de recuperación con la derrota ante el Alcorcón del sábado, pero en esta ocasión la plantilla azul sí tiene margen de maniobra para darle la vuelta a la situación. Las sensaciones no son las mejores, los números dan la espalda pero las nueve jornadas que aún quedan por disputarse (27 puntos en juego) permiten a Anquela y los suyos, y a la vertiente optimista de la afición, agarrarse al calendario para soñar con la pelea por el ascenso a través del play-off.

La mala dinámica ha situado al equipo en la zona tibia, 50 puntos, pero el play-off sigue al alcance: son solo dos puntos los que separan a los de Anquela del sexto puesto, ocupado por el Zaragoza esta semana. La trayectoria de los azules esta temporada difiere de lo sucedido en las dos últimas campañas en los tiempos. Los de Anquela suman a estas alturas dos puntos menos que los equipos de Generelo (tras la salida de Egea) y Hierro en sus respectivas temporadas. En la campaña 2015/16 el Oviedo era tercero en la 33.ª jornada, sacaba tres puntos al séptimo y se situaba a cinco puntos del ascenso. Al año siguiente, los azules eran cuartos, con un colchón de dos puntos respecto al más inmediato perseguidor de la promoción y a 9 puntos de distancia del Girona, segundo entonces.

En ambos casos, la caída fue muy marcada. Con Generelo, el equipo solo fue capaz de sumar 7 de los últimos 27 puntos en juego, tras dos victorias, un empate y seis derrotas en la recta final. El desvanecimiento fue más llamativo en el último mes cuando los azules encadenaron cuatro derrotas consecutivas. El Oviedo cayó en esas 9 semanas del tercer puesto al noveno.

Similar guion se vio la temporada pasada. También entonces se llegó al tramo final con la sensación de que los de Hierro navegaban cómodos por el play-off. El golpe fue entonces muy doloroso: 9 puntos sumados de 27 en disputa, tras dos victorias, tres empates y cuatro derrotas. El equipo pasó del cuarto puesto al octavo.

Ahora, los azules quieren evitar a toca costa que la historia vuelva a repetirse. Algunos supervivientes de aquellas experiencias, como Toché y Linares, han subrayado en las últimas semanas que son casos muy diferentes. A los azules les quedan por disputar cinco encuentros en el Tartiere y cuatro fuera de casa. Por el municipal ovetense aún deben pasar Nàstic (16.º clasificado), Valladolid (7.º), Lorca (21.º), Sevilla Atlético (22.º) y Huesca (3.º). Quedan cuatro desplazamientos por hacer: Lugo (12.º), Soria (8.º), León (19.º) y Pamplona (9.º).