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Análisis

El Oviedo recupera crédito

El equipo de Anquela encadena dos victorias consecutivas por primera vez en lo que va de año

Saúl Berjón, felicitado por Fabbrini y Ñíguez, a la izquierda; Mariga, detrás, Toché y Carlos Hernández. JULIÁN RUS

El Oviedo recupera crédito. Los azules lograron encadenar ante el Nástic dos victorias consecutivas por primera vez en lo que va de año y se vuelven a enganchar a la zona de promoción de ascenso seis jornadas después. Han tenido que pasar quince jornadas para que el Oviedo vuelva a ganar dos partidos seguidos y lo hace rompiendo una racha negativa que vuelve a alimentar su ilusión de estar en la lucha por el ascenso a Primera División.

La victoria ante el Nástic no fue brillante y sí sufrida ante un equipo que es uno de los mejores a domicilio. Prueba de ello es que el conjunto catalán lleva siete victorias a domicilio y además cinco de ellas ante equipos que están luchando por el ascenso (Valladolid, Osasuna, Rayo Vallecano-Granada y Numancia). El Oviedo ganó con lo justo. Fue suficiente un gol de Berjón, en el tramo final de la primera mitad, para llevarse la victoria en un partido en el que generó pocas ocasiones de gol, pero en el que también concedió muy pocas ante un rival que disparó dos veces entre los tres palos en todo el partido. El Oviedo cometió demasiados errores en los pases, muchos de ellos en situaciones no forzadas, aunque también es cierto que generó acciones a la contra para haber cerrado el partido con el segundo gol. No lo hizo y la incertidumbre del marcador propició que la emoción se mantuviese hasta el final, con los cinco minutos de prolongación incluidos.

Berjón vuelve a marcar diferencias. Saúl Berjón es un jugador diferente, de los que marcan diferencias y ayer lo volvió a demostrar en la jugada del gol del Oviedo. La acción se originó en un pase de Ñiguez a la banda izquierda, Berjón controló el balón y combinó con Toché, que aguantó a su marcador y lo volvió a ceder al ovetense con un disparo suave y cruzado batió al portero macedonio del Nástic. Hacía más de una vuelta que Berjón no marcaba. Su último gol fue también en el Tartiere en el partido ante el Lugo, pero su toque de calidad fue decisivo para poner por delante a los azules y a la postre sería definitivo.

El nuevo esquema en el Tartiere. Fue el primer partido completo con el nuevo cambio de sistema en el Carlos Tartiere. Desde la primera vuelta, Anquela no lo había vuelto a utilizar desde el inicio y la verdad es que su influencia en el juego del equipo fue escasa. El equipo salió con más intensidad y decisión y poco a poco se fue diluyendo. Con poca profundidad, las ocasiones de gol fueron escasas, en especial en la primera mitad, en la que sólo tuvo dos, una falta directa de Berjón y la del gol. En la segunda, el Oviedo tuvo opciones de meter el segundo, pero casi todas ellas fueron en jugadas al contraataque ante un rival que tampoco tuvo la claridad suficiente en ataque para tener opciones de empatar, a excepción de un remate de Álvaro Vázquez que se marchó desviado, a falta de tres minutos para el final del partido.

Demasiadas faltas.

En el Tartiere se encontraron dos de los equipos que más faltas cometen, en especial el Nástic, que lidera la clasificación de las infracciones. Ayer fue fiel a su estilo. Cometió 23 faltas, con seis amarillas, por quince faltas del Oviedo. Además, un tercio de las faltas que cometió el equipo catalán fueron sobre Fabbrini, ocho.

La afición sigue fiel al Oviedo.

A pesar del horario del partido, un domingo a las ocho de la tarde, la afición azul volvió a demostrar que sigue al lado del equipo y más en este tramo decisivo de la temporada. Ayer acudieron al Tartiere 15.681 espectadores, la quinta mejor entrada en lo que va de temporada en el campo oviedista.

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