En el turno de preguntas, uno de los asistentes le preguntó a Jaime por una jugada recordada en el oviedismo: su ocasión fallada ante el Madrid en la penúltima jornada de la temporada 2000/01, que acabó con descenso azul. El centrocampista venía de marcar ante el Barça en la anterior jornada. También lo hizo ante el Madrid, un derechazo a la escuadra. Y pudo hacer el segundo en el último suspiro, pero su chut se fue arriba. "Me la pasa Tomic y tengo tiempo de sobra para pensar qué hacer. Tanto, que no le di la tensión correcta al golpeo. Entiendo que es una jugada que siempre me persigue". ¿Y las consecuencias? "Sí, lo he pensado. En primer lugar, que nos hubiéramos salvado ese año. Después no lo sé. Llevábamos años en decadencia y quizás al año siguiente hubiéramos bajado. Pero ese año no lo hubiéramos hecho". Y añadió: "Quizás mi carrera hubiera cambiado, pero tengo el orgullo de haber jugado en el equipo de mi ciudad en Primera".