El Oviedo se desplomó ante el Valladolid. Los azules, en su peor partido de la temporada en su campo, encajaron su tercera derrota en el Carlos Tartiere, tras perder ante Rayo Vallecano y Alcorcóny ven comprometidas sus opciones de entrar en el play-off de ascenso a Primera División.

Los azules nunca estuvieron cómodos en el campo. Les costó crear juego, cometieron excesivos errores en los pases y carecieron de profundidad ante un rival que estuvo mejor en la primera mitad y, en la segunda, aprovechó una pérdida de balón en el centro del campo de los azules para adelantarse en el marcador y dos minutos después encarrilar su triunfo con una jugada en la que Folch introdujo el balón en su portería. El Oviedo, con muchos jugadores por debajo de su nivel habitual, logró acortar distancias en el tramo final por mediación de Linares. Quedaban cinco minutos, pero el arreón no dio para más.

Los azules estuvieron muy espesos durante todo el partido. Solo la aportación de Mariga en la primera mitad les dio algo de continuidad en su juego, ya que Folch, Níguez y Fabbrini apenas entraron en juego, y las únicas opciones ofensivas pasaban como casi siempre por la inspiración de Berjón.

El Valladolid superó al Oviedo en todo, en juego, ocasiones y capacidad defensiva, logrando una justa victoria en el Tartiere que les mantiene todavía con aspiraciones de luchar por entrar en la zona de promoción.

La primera mitad fue muy igualada, sin que ninguno de los dos equipos consiguiese imponerse su juego. El Oviedo, que repitió la misma alineación de los dos últimos partidos, estuvo atascado en la creación y, además, cometió bastantes imprecisiones en los pases que le impidieron tener continuidad en su juego. El Valladolid, consciente del potencial azul en las bandas, las cerró bien y apenas concedió opciones, a pesar de que Saúl Berjón y Aarón Niguez alternaron su posición en varios tramos de la primera mitad. Los azules carecieron de profundidad y eso repercutió a la hora de generar ocasiones. Un disparo flojo de Saúl Berjón, en el minuto 6, que Masip atrapó sin dificultad, fue el único tiro entre los tres palos de los locales en toda la primera mitad, mientras que su mejor ocasión llegó en un saque de esquina que sacó Berjón y Carlos Hernández remató desviado.

Un pobre bagaje ante un rival que se fue creciendo a medida que iban pasando los minutos. Los pucelanos, con un buen juego interior, generaron más situaciones de peligro que los oviedistas. Tan sólo les falto acertar en el último pase para dejar en clara ventaja a Mata. Las acciones de Toni y Oscar Plano generaron varias situaciones desequilibrantes, salvadas en última instancia por la defensa azul. Los pucelanos dispusieron de su mejor ocasión en un balón que cedió atrás Mata y el disparo de Oscar Plano fue desviado con gran acierto por Forlín a saque de esquina.

El Oviedo le costó tener continuidad en el juego. Sólo Mariga en el centro del campo intentaba generar juego, con Folch demasiado ausente y Fabbrini con muy poca presencia.

En la segunda mitad, los azules salieron con más intensidad, pero volvieron a mostrar en el tramo inicial las mismas carencias de la primera parte. Les costaba dar continuidad a su juego y además reiteraban una y otra vez los errores en los pases, muchos de ellos en situaciones no forzadas, ante un Valladolid que estaba cómodo con la situación, pero al que también le costaba acercarse a la portería de Alfonso Herrero.

Una de las pérdidas de balón de los azules en el centro del campo le iba costar muy caro a los azules, ya que Oscar Plano aprovechó el error de Folch para ceder el balón a Mata y éste después de encarar a Forlín batiría de disparo raso a Herrero.

Sin tiempo a reaccionar, dos minutos después, los azules iban a encajar el segundo tanto al introducir el balón Folch en su propia portería tras un saque de esquina botado por Oscar Plano.

Anquela, que tras el primer tanto había dado entrada a Diegui por Ñíguez, puso en liza todo el potencial ofensivo que tenía en el banquillo dando salida al campo a Yeboah y Linares.

El Oviedo dio un paso al frente, pero con más corazón que cabeza. Un remate de cabeza de Yeboah a un centro desde la izquierda de Saúl Berjón, que atrapó bien Masip, fue la mejor ocasión de los azules antes de entrar en el tramo final del partido, mientras que el Valladolid se dedicaba ya a administrar su cómoda ventaja en el marcador sin asumir riesgos innecesarios. A falta de cinco minutos para el final, Linares culminó un buen pase de Berjón para acortar distancias y alimentar tímidas esperanzas de lograr el empate ante las dudas que le entraron a los pucelanos. Al final no pudo ser posible y el Oviedo culminó su gran decepción.