Mientras el equipo saltaba al terreno de juego número 2 de El Requexón, cabezas bajas y caras largas tras lo sucedido en Los Pajaritos, un futbolista sonreía al ver las instalaciones. Para Santi Cazorla correr por el césped de la ciudad deportiva azul sólo puede ser motivo de alegría. Por una parte, le sirve para rememorar tantos entrenamientos y partidos en su fase de formación, cuando ser futbolista era su principal ilusión. Por otra, tocar la pelota quiere decir que la fase final de su eterna recuperación está más cerca. Tras mucho trote, sensaciones con la pelota y algún disparo a puerta, el ánimo del internacional español había mejorado. "Estar aquí me trae al recuerdo muy buenos momentos", explicaba Cazorla con su inseparable sonrisa tras pasar por la ducha.

Por todo lo explicado, el entrenamiento había sido diferente. Hace 18 meses que Cazorla no participa con el Arsenal, tras un infierno de lesiones que estuvo cerca de empujarle a la retirada. Tras ocho operaciones, una infección complicó las cosas: se había llevado por delante 8 centímetros del tendón de Aquiles. Hubo riesgo de perder el pie. Ahora, tras sudar otra vez en la que fue su casa, las cosas se ven de otra manera. "Aún me queda mucho, todo debe ir a su debido tiempo. Pero las sensaciones son buenas. Hay que ser precavido, aunque con optimismo", indica el de Lugo de Llanera.

El objetivo más inmediato es disfrutar de minutos ya. Esta misma temporada. Es el reto que lanzó la semana pasada Arsenè Wenger, su técnico en el Arsenal, y que Cazorla asume: "El objetivo es irme el jueves para Londres para estar con el equipo y ojalá pueda entrenar con mis compañeros y ver qué sensaciones tengo. Ahora tengo que coger la forma, después de tanto tiempo parado cuesta mucho. Además, tras el último parón aparecen muchos dolores externos, al margen del problema en el tendón. Pero es consecuencia de que estoy haciendo las cosas bien. Ojalá pueda volver lo antes posible". Lo haría para ponerse por última vez a las órdenes de un Wenger que ya ha anunciado su marcha del Arsenal a final de esta campaña: "Será extraño ver ese club sin Arsené después de una vida allí. Me gustaría que el club sepa valorar lo que ha hecho por el Arsenal".

El tiempo parado se consume viendo fútbol desde la televisión. En su agenda, hay momentos para su equipo. Un Oviedo que le dejó mal cuerpo el domingo, tras la derrota de Soria. A pesar de la decepción, Cazorla mantiene su fe en el equipo. "Fue un palo duro porque era un rival directo. Aún queda mucho por delante y hay que pensar en el Lorca; ojalá se cumpla el objetivo de estar en la promoción", analiza. "Está todo muy igualado y el margen de error es cada día más pequeño, pero confío en el Oviedo: seguro que tendrá opciones de entrar en el play-off", añade, antes de subrayar una de las alegrías del fin de semana en El Requexón: "He estado con el filial, les he dado la enhorabuena y les he deseado suerte para el play-off. Me gustaría que ascendieran porque es muy importante para el club y para los chavales".