A veces los detalles pueden definir la situación actual de un equipo de fútbol. Ayer en El Requexón, durante el entrenamiento del Oviedo, el primero tras la importante victoria ante el Lorca, tuvo lugar uno de esos momentos que van más allá de la pelota. Mientras los jugadores realizaban carrera continua Anquela llamó a Linares, el capitán del equipo, y mantuvo una extensa charla con el aragonés durante más de 45 minutos. De hecho, en lo que fue una suave sesión regenerativa para los titulares, Linares casi ni entrenó y estuvo más tiempo debatiendo con Anquela que corriendo por el césped. Fue una charla animada, muy gesticular, entre el jefe de la nave azul y uno de los pesos pesados más importantes del vestuario, que será titular en El Sadar ante Osasuna. "Hablamos de muchos temas, el míster está en todo. Lo que nos decimos nos lo quedamos nosotros", comentó el delantero al final de la sesión.

Linares atraviesa un gran momento en lo personal tras su doblete ante el Lorca y así lo reconocía tras el entrenamiento. "Es importante marcar para ayudar al equipo y para un delantero es importante anotar hasta en los entrenamientos". Aunque la trascendencia de Linares en el equipo va más allá de los goles. Se vio claramente el domingo en el final del partido ante Lorca, cuando exigió a sus compañeros que fuesen a agradecer el apoyo de la afición, especialmente del Fondo Norte: "Es importante la unión con la afición. Para nosotros Symmachiarii son fundamentales, no podemos perder esa fuerza", reconoció el ariete. También fue muy comentada la dedicatoria de Linares en el primer gol del partido, a Toché, su amigo, pero también su principal rival por un puesto en la delantera. Gestos de un capitán total que acabó el partido afónico y no pudo atender a los medios.

Con la vuelta de Linares al once titular regresó también el sistema de carrileros que tan buen resultado le dio al Oviedo en el último tramo de la primera vuelta. El capitán oviedista, que ofrece más movilidad que Toché en el frente de ataque, es el encargado de iniciar la presión y cree Linares que el agobio al rival es la clave del equipo. "Cuando mejor hemos estado es cuando más hemos agobiado al contrario. El otro día se hizo más o menos, aunque pudimos hacer cosas mejor".

Linares pide centrarse en el equipo y no mirar la marcha de los rivales. "Queremos estar en play-off, estamos a un punto con doce en juego. Vamos a pelear con todas nuestras fuerzas. En Pamplona tenemos una buena piedra, hay que sumar de tres en tres si se puede, pero no perder también es importante. Si miramos atrás nos equivocamos, hay que ganar y recortarles". En el entrenamiento de ayer Anquela no mostró sus cartas y todavía no está claro quién será el sustituto de Mossa, clave ante el Lorca, pero que no viajará a Pamplona por acumulación de amarillas. Varela podría ser la primera opción suponiendo que el técnico mantenga el sistema de los carrileros. Otra posibilidad, nada desdeñable, teniendo en cuenta la enorme confianza que Anquela tiene en Verdés, es que el valenciano salga como tercer central y Christian Fernández sea reconvertido carrilero izquierdo. Alfonso Herrero, que se quedó en el gimnasio, fue el único ausente en la sesión de ayer. Mariga no se ejercitó al mismo ritmo que los otros suplentes ante el Lorca y Viti también estuvo con el primer equipo. La victoria ante el Lorca ha mejorado los ánimos y los rostros de los futbolistas, animados, distan mucho del semblante serio que mostraron durante la semana posterior a la durísima derrota en Soria. También el buen ambiente mejora entre los aficionados. Los pocos que ayer se acercaron a El Requexón no dudaron en transmitir animo al entrenador: "¡Sacas oro de donde no hay ni barro!", le bramaban a un sonriente Anquela. Barro no, pero una victoria en El Sadar sería de oro.