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CLEMENTE IRIARTE | Exjugador del Real Oviedo y de Osasuna

"La base del Oviedo tiene que ser la cantera"

"El sábado, si puedo, veré el partido ante Osasuna y tendré el corazón partido; que gane el mejor, siempre tiene que ser así"

Clemente Iriarte, ayer, en una calle de Pamplona. LNE

Clemente Iriarte (Pamplona, 1946) fue un referente del Oviedo de los setenta. Apodado "El Pulpo" por su facilidad para cortar balones, pasó nueve temporadas en el club carbayón, donde guarda sus mejores recuerdos como futbolista. Iriarte, que acabó su carrera en Osasuna, su otro amor además del Oviedo, sabe lo que es ascender a Primera con ambos equipos. "El Pulpo", un auténtico mito del Oviedo, atiende por teléfono a LA NUEVA ESPAÑA desde Pamplona, donde reside, en la semana previa al crucial Osasuna-Oviedo.

-¿Sigue teniendo relación con Oviedo?

-Tengo unos recuerdos tremendos, porque es el sitio donde más tiempo he estado, nueve años. Sigo manteniendo contacto con muchas personas, ahora con esto del Whatsapp es más fácil. Hablo mucho con Vicentón.

-¿Cómo fue su llegada al club?

-Mi historia es curiosa. Yo empecé en Chile, pero el Madrid me fichó y me cedió al Rayo. Un año después me toco hacer la mili y me trasladaron a Burgos, donde jugué un año y estuve encantado. En ese momento yo seguía siendo jugador del Madrid, pero el Oviedo me compró. Me conocían porque había jugado con el Burgos en Oviedo.

-Le apodaban "El Pulpo" por su facilidad para robar balones, ¿era su seña de identidad en el campo?

-Robaba muchos balones y cortaba juego, pero destacaba más en los balones en profundidad y las paredes, organizando el ataque. Es lo que más hice en Oviedo, y en Pamplona igual.

-Estuvo nueve temporadas en Oviedo, ¿llegó a ser capitán?

-No, Tensi era nuestro capitán y eso eran palabras mayores. De aquella había sólo uno y alguien le sustituía cuando no estaba, pero no recuerdo quién era.

-¿Qué suponía Tensi para usted?

-Teníamos una amistad tremenda, era un referente para nosotros en todos los sentidos. Sentí mucha pena cuando falleció. Nosotros éramos como una familia, nunca hubo problemas.

-¿Quién fue el mejor futbolista con el que jugó en el Oviedo?

-Me acuerdo mucho de Marianín, que era muy bueno rematando, era un goleador muy fino, un espectáculo.

-¿Cómo recuerda los derbis ante el Sporting en sus años en el Oviedo?

-Los partidos más importantes del año. Eran bonitos y se jugaba a tope, aunque ahora hay algunos que son muy fanáticos, de un lado y del otro. Hay mucho forofo.

-¿En su época había menos?

-Había más respeto que ahora, eran más de su equipo que del otro, pero con eso valía. Ahora se pasan siete mil pueblos, creo yo.

-¿Qué cambió el fútbol de los setenta hasta hoy?

-Ahora juegan al toque toque. Antes todo eran pases en profundidad y salidas rápidas, un fútbol mucho más directo. Aunque en Chile también se jugaba mucho al toque.

-El Oviedo de su época tenía muchos canteranos, es un contraste con el actual.

-Yo creo que la base de estos equipos, tanto Oviedo como Osasuna, tiene que ser gente de casa, apoyada luego por algún refuerzo. Ésa es mi idea, aunque puede estar equivocada.

-¿En los años setenta los jugadores eran accesibles para los aficionados?

-Antes teníamos mucho contacto, te paraban por la calle y hablabas tranquilamente. Con la prensa también, había veces que esperabas sin problema para que te llamaran para una entrevista. El trato era muy sencillo, no sé cómo es ahora.

-¿Qué hizo después de retirarse?

-Trabajar. En esos tiempos cuando se acababa no quedaba otra. No es como ahora, que hay más dinero y tras retirarse sacan un partido muy grande. Después de dejarlo estuve en una oficina que trabajaba para el Ayuntamiento de Pamplona, cobrando las multas de circulación.

-¿Sigue el fútbol?

-Muy poco, sé que Osasuna y Oviedo andan ahí, a ver si pueden tirar para arriba, pero lo sigo poco. A mí lo que más me ha gustado siempre es jugar al fútbol; verlo no tanto, no es lo mismo. Me gusta el fútbol, pero cuando lo dejas desconectas.

-¿Y el Osasuna-Oviedo lo verá?

-Si puedo sí, y estaré con el corazón partido. Que gane el mejor, eso es lo que tiene que ser siempre.

-Ascendió con los dos equipos, ¿de qué se acuerda?

-Un recuerdo estupendo, es lo máximo. Con Osasuna tuvimos un ascenso muy difícil, a tres partidos del final no estábamos en ello; subimos en Murcia. El del Oviedo no lo recuerdo tan bien.

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