Lucas Torró aterrizó en Oviedo en el verano de 2016 con la necesidad de sentirse futbolista. Quería dejar atrás las lesiones que le habían lastrado en el Madrid Castilla. Lo logró con creces. "Fue el año más importante de mi carrera", expresó en la primera vuelta antes de regresar al Tartiere. El paso a Osasuna obedeció a una generosa oferta y al deseo del futbolista de encarar nuevos retos. Ahora, atiende a LA NUEVA ESPAÑA mientras se prepara para recibir hoy en El Sadar al Oviedo con su equipo en apuros, dos puntos por detrás de los azules en la lucha por el play-off de ascenso a Primera.
- ¿Cómo le va?
-Satisfecho. Estoy teniendo continuidad que es lo que quiere cualquier futbolista. Sentirte importante. Lo estoy sintiendo en Pamplona como sucedió en Oviedo el año pasado.
- ¿Cómo está el equipo?
-Mejor. Esta semana, mejor. La victoria en Tarragona ha sido vital, la necesitábamos. Estamos ilusionados con el choque ante el Oviedo, con lograr cambiar nuestra dinámica en casa porque sabemos, tanto afición como equipo, que es una final. Si ganamos, estamos dentro.
- ¿Cómo explica el rendimiento del equipo: fuerte fuera y fallón en casa?
-El complicado, nosotros no lo entendemos. Es justo lo contrario a lo que nos pasó el año pasado en Oviedo, que éramos muy fuertes en el Tartiere y nos constaba mucho fuera. Queremos que cambie la dinámica.
- ¿El partido del Oviedo es su última oportunidad para estar en play-off?
-Sí, es nuestra última oportunidad. El Oviedo, y algunos de los rivales, tienen un calendario muy bueno por delante. Nosotros debemos enfrentarnos a rivales directos: pero al ir por detrás, es mejor así.
- ¿Les aprieta la afición?
-En esta recta final se nos están atragantando los partidos en casa, nos cuesta llevar el peso de los partidos, y es normal que la gente esté enfadada.
- ¿Qué le parece el Oviedo de Anquela? ¿Lo sigue?
-Sí, claro. Siempre que puedo veo sus partidos. Es un conjunto aguerrido, con un estilo típico de Segunda División. Tiene una defensa fuerte y arriba, calidad. Especialmente con Berjón. Fabbrini también tiene mucha calidad. En resumen, un equipo muy competitivo.
- ¿Muy diferente al Oviedo de Hierro?
-Cambia en algunas cosas. Este año parecen más contundentes en defensa. Pero la temporada pasada teníamos un buen equipo, que se portó muy bien en casa, logramos ganar a todos los de arriba, pero que falló fuera.
- ¿Qué destaca Diego Martínez, su técnico en Osasuna, del Oviedo?
-Que es muy fuerte en la estrategia. Que muestra una gran solidez defensiva y que en ataque tiene un jugador que da al equipo mucho como Berjón, que aporta criterio. Tampoco debemos confiarnos con Linares, que siempre está ahí. Un equipo fastidiado.
- ¿Qué es lo primero que piensa cuando recuerda su etapa en Oviedo?
-Lo fuertes que éramos en el Tartiere. Esa sensación de que podíamos ganar a cualquiera. Le ganamos al Levante, al Getafe, al Girona... Cuando fui con Osasuna pensé "qué difícil es ganar aquí. Vamos a pasarlo mal".
- Y lo pasaron mal.
-Era imposible jugar aquel partido por el estado del césped, y la gente empujó mucho. Influyó en el partido.
- ¿Mantiene el contacto con Hierro?
-Sí, hablo alguna vez con él. Y le felicité por su nombramiento en la Federación. A ver si vuelve de Rusia con el Mundial como regalo.
- ¿Un deseo para el final de temporada?
-Me encantaría que Osasuna y Oviedo se metieran en el play-off, lo firmo encantado. El tercer puesto ya está lejos, pero a partir de ahí puede pasar cualquier cosa.
- ¿Y el futuro?
-Tengo tres años firmados en Pamplona y estoy contento. Creo que estoy creciendo, paso a paso, cada año. Mi sueño, siempre lo he dicho, es llegar a Primera División.
