El partido ante el Oviedo es visto desde la óptica osasunista como la última oportunidad de engancharse al play-off. La victoria de la semana pasada en Tarragona le da aire a los de Diego Martínez, pero el técnico de Osasuna es consciente de que todo pasa por lograr los tres puntos en el choque de hoy. "Es el partido. Ante el Nàstic nos ganamos el derecho a vivir un partido importante, con nuestro público y ante un rival directo", asegura el entrenador de Osasuna, conocedor de la trascendencia del enfrentamiento ante un rival directo. "Tenemos que competir con nuestra mejor versión, al límite de nuestras posibilidades para poder ganar", añadió.

El entrenador de los rojillos alabó la competitividad de los de Anquela. "El Oviedo va a pegar bocados. Es un equipo súper agresivo a nivel defensivo. Además de talento, tienen experiencia, con gente con un montón de partidos en Segunda y en partidos de este tipo. Es un encuentro en el que hay que ir al límite y estar acertados", opinó.

La principal preocupación del entrenador navarro es lograr que los buenos resultados cosechados a domicilio tengan por fin continuidad en El Sadar. La trayectoria de los rojillos esta campaña, en la que partían como uno de los grandes favoritos tras el descenso del pasado curso, está siendo imprevisible. A esas alturas, nadie duda de que su gran asignatura pendiente es el rendimiento en El Sadar, escenario en el que han sumado 27 de sus 57 puntos. Solo hay cinco equipos en Segunda con un rendimiento más pobre en su estadio: Alcorcón (25 puntos como local), Lorca (21), Nàstic (18), Barça B (17) y Sevilla Atlético (16).