El mejor espejo es el de noviembre y diciembre. Entonces, con los equipos aún buscando asentarse en la tabla, el Oviedo encontró una fórmula exitosa. Se basaba en la intensidad, en incomodar al rival, en ahogarlo. Con la pelota, buscar rápido a los de arriba, a los "buenos", como les definió Anquela. Aquella receta llegó acompañada de cinco victorias consecutivas que situaron al equipo como un candidato a todo. Ahora, el objetivo es imitar aquella etapa, reducido el margen de tres encuentros. Aunque con una dificultad añadida: la presión extra que acompaña a todos los equipos en la recta final.

El Oviedo necesita 9 puntos para mantener vivas las esperanzas. Nueve puntos y esperar, porque no todas las combinaciones con el pleno de puntos le sirven para estar en el play-off. Noviembre y diciembre son el mejor ejemplo, con aquel 15 de 15 en el que el enérgico equipo de Anquela se deshizo de forma consecutiva de Numancia (3-1), Lorca (0-2), Osasuna (1-0), Sevilla Atlético (0-1) y Cultural Leonesa (3-0). Los de Anquela eran undécimos en la jornada 15.ª y se fueron de vacaciones navideñas terceros, en igualdad de puntos, 35, con Rayo Vallecano y Numancia, aunque con mejor goal-average general.

Aquella experiencia reciente fue la más exitosa de los últimos años, aunque no la última a la que puede agarrarse el Oviedo en su intento actual de sumar tres victorias consecutivas. Desde su regreso a Segunda en mayo de 2015, el Oviedo ha logrado otras dos dinámicas con al menos 3 victorias seguidas: una en cada curso. La primera llegó con Egea al frente de la nave azul. Sucedió entre las fechas 16.ª y 18.ª, en las que el conjunto azul logró derrotar a Llagostera (2-1), Mirandés (1-2) y Almería (1-0). Tuvo efectos directos en la tabla, con el equipo pasando en tres semanas del octavo puesto al tercero.

Similar fue el momento vivido por Hierro como entrenador el curso pasado. El Oviedo era décimo al término de la 23.ª jornada de Liga. Entonces, ganó al Mallorca (2-1), al Mirandés (0-2) y al Getafe (2-1) para escalar hasta el tercer puesto, con 41 puntos. Ninguna de las dos experiencias descritas acabaron con el equipo en el play-off, ya que el final del campeonato se reservaba la peor versión de los azules. Ahora, el objetivo es darle la vuelta: el Oviedo quiere acabar la competición al alza, lo que podría suponer una invitación directa al play-off de ascenso.

Sevilla Atlético, Cultural Leonesa y Huesca son las tres piedras que se cruzarán los de Anquela en su intento por repetir las mejores dinámicas de los últimos años y colarse en la promoción.