El inicio de partido dejó bien claras las intenciones del Oviedo en el encuentro: no dejar respirar al Sevilla Atlético y agobiarlo en campo contrario. Cierto que el conjunto andaluz dio muchas facilidades y regaló varios balones al Oviedo, pero los primeros minutos del partido recordaron en gran medida los buenos tiempos de los once lobos de Anquela. Al Oviedo del derbi, vamos. De hecho, la alineación fue la misma que ese día y no se repetía desde el partido ante el Zaragoza, hace casi tres meses. Aunque también es cierto que en la segunda mitad la intensidad del equipo bajó. Algo que Anquela tiene que trabajar.