El presidente de la Academia de la Llingua fue oviedista antes que persona. "Cuando era guaje ya me hacían burla porque antes de aprender a hablar ya era del Real Oviedo. Yo vivía en Siero y había gente del Madrid o otros equipos, pero algo tenía que haber del Oviedo porque yo animaba al equipo sin saber hablar. Es difícil de explicar, no fue un proceso paulatino, fue desde siempre". González Riaño, de 62 años, sufrió mucho con el Oviedo. "Cuando era guaje me acuerdo de ir al Tartiere viejo y si el Oviedo perdía o empataba me entraba un dolor de cabeza horrible. Con el paso de tiempo me fui moderando. Ahora soy seguidor, pero no fanático. Me gusta cuando el Oviedo gana, pero no me genera euforia, vivo el fútbol de forma positiva, como un aficionado que tiene un club de referencia. Seguir al Oviedo me da tranquilidad y satisfacción. Me prestaba lo mismo ganar en Tercera que en Primera. Gracias a esa etapa conocí mejor Asturias y aficiones y directivos de equipos de Tercera. La rivalidad con el Sporting la llevo muy bien, porque gran parte de mis mejores amigos son del Sporting y hablamos de fútbol con tranquilidad y empatía compartida. Desde un punto de vista positivo". Como presidente de la Academia, González Riaño tiene mucho orgullo de la defensa que hace el club de la Llingua Asturiana. "El compromiso del Oviedo con el asturiano viene de la época de Tercera, con la retransmisión de los partidos de Radio Sele. Eso se traslada a la situación actual. El club es ejemplar con la Llingua".