A simple vista parecerá un partido normal: 22 tipos con un balón y un estadio expectante. Pero hay algo más. Algo que se palpa en el ambiente. La presión, cuando la competición se asoma a la recta final, atenaza hasta a las mentes más frías. Cultural y Oviedo pelearán sobre el césped por tres puntos que son vitales en sus intereses y rivalizan en la previa sobre quién tiene más presión. Desde León se quiere convertir el choque en una fiesta, con entradas a precios reducidos y llamamientos a "invadir" el Reino de León (expresión empleada por el alcalde leonés Antonio Silván). Todo por tratar de relativizar el choque, de quitarse algunos kilos extra de presión.

Pero el Oviedo es consciente de la situación de la Cultural en la tabla y quiere jugar con esa ansiedad. "Es mucho más dramático luchar por no descender que hacerlo por entrar en el play-off", aseguró ayer David Rocha, uno de los capitanes del Oviedo, veterano en estas lides.

La frase del centrocampista llega un día después de una reflexión de Linares, otro de los capitanes, en términos similares. "Ellos tienen más presión porque se juegan la vida", pronunció el aragonés. El nerviosismo es un elemento más a tener en cuenta en un choque en el que los pequeños detalles pueden decidir. Controlar el elemento anímico es uno de esos detalles. "Es como si fuera la vuelta de una eliminatoria de play-off en la que te juegas pasar de ronda. Ganando daríamos un paso adelante decisivo para ganar más opciones en la última jornada de Liga", razona Rocha, que incide en el asunto de la presión: "Un equipo que no logra meterse en el play-off puede volver a intentarlo al año siguiente. Pero uno que desciende, tal y como está la cosa hoy y con lo que cuesta ascender a Segunda, es un palo muy duro. La Cultural tiene esa presión y nosotros tenemos más ilusión que presión".

En cuanto a lo meramente futbolístico, al guión que se espera sobre el terreno de juego, Rocha también se atreve. "Se verá a dos equipos que no quieren equivocarse y que tratarán de aprovechar los errores del rival. Hay que estar concentrados y no tener fallos. La Cultural tiene jugadores de mucha calidad pero también arriesga. Hay momentos en el partido en los que dominan y, después, se muestran desarmados", explica. Y habla sobre la propuesta del equipo dirigido por De la Barrera: "Ahora han cambiado algo, no es un estilo tan exagerado como en la primera vuelta cuando lo querían jugar todo. Creo que su mejoría en los dos últimos meses es por ser un equipo más práctico. Arriesgan menos, pero siempre intentan combinar. Habrá momentos en los que nos cueste robarles el balón".

Anquela trabaja día a día en El Requexón para encontrar la receta que incomode a la Cultural. El 5-2-3 parece una semana más innegociable.