El sentimiento del vestuario, muy similar al que puede tener cualquier aficionado, lo resume perfectamente Toché, peso pesado de la caseta. "Lo que no queremos es que se den los resultados y nosotros no ganemos, y que se nos quede cara de tontos", explica. Esa es la idea. Los futbolistas tienen asumido que la meta, aunque no imposible, sí está lejos del alcance. El Oviedo necesita ganar al Huesca y que le sonrían tres resultados adicionales: que el Cádiz pierda en Granada, que el Numancia no le gane a la Cultural y que Valladolid y Osasuna no empaten en su choque en Zorrilla. Una carambola, casi un milagro. Pero historias más inverosímiles se han visto en un deporte tan abierto a los desenlaces insospechados.

Ayer no fue un día sencillo en El Requexón. Los futbolistas saltaron al terreno de juego en torno a las 11, tras media hora en el vestuario. Más que analizar los fallos, se trataba de levantar la moral del grupo. La temporada parece ir directa a una decepción (no se pronuncia la palabra fracaso en el club azul), una historia que recuerda a las anteriores ediciones. Una trama convincente que se pierde en un pobre final. Pero ese gol de Malbasic en Cádiz a los 90 minutos abrió una pequeña rendija de esperanza para los azules. Ese resquicio matemático, un 5% de opciones de estar en el play-off, es el que mantiene en suspenso la nota final.

"Todos teníamos la ilusión de cumplir el objetivo de estar en el play-off, nos queda una pequeñísima oportunidad e iremos a ganar y a ver si suena la flauta. Hemos estado todo el año ahí y en los momentos finales no hemos dado lo que se esperaba", analiza Toché. "He visto los últimos partidos desde el banquillo y antes del encuentro tenemos las ideas claras, sabemos lo que tenemos que hacer, pero luego en el campo es otra realidad", abunda.

Desde el club se trabaja con antelación. Siempre se prevén dos escenarios: con el equipo en Primera y con el Oviedo en Segunda. El resultado de León aclara el panorama y el supuesto que se plantea ahora es con el equipo en la actual categoría. El trabajo en los despachos sigue su curso desde hace meses, aunque el primer paso será, como siempre, la decisión sobre el entrenador. Anquela ha remitido al club a hablar sobre su futuro una vez finalizada la campaña. Si el equipo finaliza el curso este sábado, llegará el momento de sentarse y negociar.