No hay duda de que el final de trayecto ha sido bastante cruel para el Oviedo de Anquela y la afición carbayona. Quedarse fuera del play-off por el goal-average y a falta de un hipotético tanto de la Cultural en Soria, que además el Tartiere llegó a celebrar de forma ilusa, frustró el domingo a la hinchada del Tartiere. Pero la desdicha no queda ahí. Y es que si el Oviedo hubiese conseguido en los dos años anteriores los 65 puntos de esta Liga habría logrado la clasificación para entrar en el play-off. La temporada pasada, la de Hierro, los azules acabaron octavos con 61 puntos, cuatro menos que este año, quedándose a 2 de la promoción. El play-off de esa campaña lo marcó precisamente el Huesca de Anquela, que obtuvo 63 puntos (dos menos que este Oviedo). El equipo azul, de haber tenido 65 puntos, como este año, hubiese acabado quinto, plaza de promoción de ascenso. El Getafe, que ascendió a Primera esa temporada vía play-off, quedó tercero con 68 puntos, solo tres más que el Oviedo este año. El Levante arrasó y ascendió de forma directa, como el Girona.

La historia es parecida si se retrocede un par de años atrás. En el año de la vuelta al fútbol profesional, la 2015-2016, con Egea de entrenador primero y más tarde con Generelo, el Oviedo acabó noveno con 59 puntos, a 5 de la promoción, fijada por el Osasuna, con 64 puntos, que logró la clasificación en la última jornada en el Tartiere contra el Oviedo (1-5) y además conquistó un inesperado ascenso a Primera División. Con los 65 puntos de este año el Oviedo hubiese acabado la Liga quinto, una plaza que ostentó el Córdoba. Ese año acompañaron a Osasuna rumbo a Primera el Alavés y el Leganés, que subieron de forma directa.

De los seis equipos que lograron el ascenso a Primera División en las dos últimas temporadas, sólo uno, el Osasuna, descendió al año siguiente. Esta temporada, como el Oviedo, el equipo rojillo se ha quedado a las puertas del play-off, un puesto debajo de los azules.