Diego Fabbrini, una de las apuestas del Oviedo para la temporada pasada, cedido a los azules por el Birmingham inglés, vería con buenos ojos una prolongación de su cesión que le permitiese jugar un año más en el Oviedo, según afirmó ayer el propio jugador preguntado por este periódico. No obstante, el italiano tiene contrato en vigor con el Birmingham y su continuidad en el Oviedo pasaría con una negociación entre los dos clubs. Fabbrini, con poco protagonismo esta temporada, debido en parte a su rotura de ligamento cruzado en pretemporada que le tuvo en el dique seco más de media campaña, se ha encontrado muy a gusto en Oviedo. El club, que planifica la temporada de forma discreta, no se ha pronunciado sobre la situación de Fabbrini y los otros cedidos (con Yeboah hay una opción de compra), pero al italiano, al menos por el momento, no le han dicho nada. La llegada de Boateng, no obstante, hace prever que la continuidad del italiano estaría difícil. La incorporación del ghanés, que ya ha pasado el reconocimiento médico, está cerrada y solo falta el anuncio oficial, que podría llegar en las próximas días.

La idea de juego de la plantilla del año pasado estaba hecha en función de Fabbrini, como afirmó el propio Anquela públicamente en varias ocasiones a lo largo de la temporada. El italiano estaba llamado a ocupar el papel que por ejemplo tuvo Samu Saiz en el Huesca del jienense y que le llevó a jugar un play-off. Su lesión en un entrenamiento echó al traste el plan táctico ofensivo que tenía pensado para el Oviedo. Con Fabbrini fuera, el sistema con el mediapunta carecía de sentido, aunque en ocasiones se probó con otros jugadores, como Aarón Ñíguez o Saúl Berjón (en el derbi contra el Sporting en el Molinón (1-1), sin demasiada continuidad. En noviembre Anquela optó por el cambio de sistema de tres centrales y dos carrileros que tan buen resultado le dio al Oviedo (10 jornadas sin perder) y, cuando Fabbrini se recuperó de su lesión, el técnico lo acopló en el equipo con ese dibujo. Debutó con el Oviedo en el derbi ante el Sporting (2-1) y a punto estuvo de meter un gol en la última jugada del partido. Después de ese encuentro, Fabbrini jugó en la banda en el sistema de tres zagueros y de mediapunta con defensa de cuatro, aunque acabó relegado a la suplencia. En total, el futbolista italiano jugó 803 minutos en el Oviedo en 17 partidos.