La etiqueta #zumbalovers cuenta con más de 130.000 publicaciones en "Instagram" y no es de extrañar, ya que es más que pasión lo que sentimos los que practicamos zumba de forma continuada. La verdad que nunca me habían interesado demasiado los ritmos latinos. "Yo soy más indie", me repetía constantemente. Pero fue entrar a mi primera clase hace dos años y acabé enamorado. Tanto que casi dejé de hacer otras actividades en el gimnasio para centrarme en el zumba. ¿Y qué es lo que tiene? Pues que no importa ni tu edad ni tu estado físico. Lo principal aquí es divertirte. Da igual si te sabes las coreografías al dedillo tal y como te las muestra el monitor. Lo importante es bailar al ritmo de la música y no parar en ningún momento. Si sigues estos consejos, la clase se te pasará en un suspiro.

La vergüenza, eso sí, se deja en la puerta de la sala. El primer día no darás pie con bola, pero no te preocupes: eso cambia a medida que sumas más y más clases. Como contraprestación, mejorará tu estado físico y mental. Además, entrarás a formar parte de una comunidad que suma más de 15 millones de personas en todo el mundo. Y es que la zumba es más que una actividad deportiva. A lo largo del año se organizan diversos eventos y masterclass donde puedes conocer a otros #zumbalovers como tú. Y si no puedes esperar a la siguiente sesión, siempre puedes encontrar en Youtube miles de vídeos coreografiados para practicar en casa. Ahora sólo te queda encontrar una clase. Que empiece la fiesta.