Un grupo de 18 aguerridos polesos, casados para más señas, plantaron esta pasada medianoche el tradicional roble en Les Campes como preludio a la celebración de San Pedro. La Asociación de Amigos del Roble cumple así con una tradición de décadas, en sano pique con los solteros que plantaron por su parte el álamo en la víspera de San Juan.

"Después de dos años en blanco ya tocaba, es una forma de recuperar la normalidad y volver a celebrar lo nuestro", indicaba Enrique Meoro, presidente de la asociación. Además la fiesta de anoche fue el preludio de la vuelta a la actividad de cara al año que viene, cuando "recuperaremos otras actividades como el Paisano del Añu, el Chigrero del Añu o los cancios de chigre", apunta Meoro.

El roble fue cortado en La Parte, con una longitud de 18 metros, y fue porteado a hombros hasta la plaza donde quedó plantado, tras unos minutos de incertidumbre en los que algún soltero se ofreció de forma jocosa a echar una mano. Finalmente no hizo falta porque "aunque somos pocos somos buenos", proclamaban los casados con la gesta ya lograda y entre vítores de las decenas de personas que se acercaron a ver sus evoluciones. 

Tras colocar el árbol en su sitio, los polesos cantaron las tradicionales "Sampedraes", versos satíricos que cada año se renuevan y amplían. 

"¡Señor San Pedro!

¡Viva la flor de los mozos 

que a les moces quita'l sueñu!

¡Señor San Pedro!

¡Arrodiemos la farola,

viva Pola de Siero!".