Noreña, Franco TORRE

La historia de Noreña durante la segunda mitad del siglo XX no podría ser explicada sin hacer una mención especial al Orfeón Condal. Ésta es al menos la tesis que defiende el libro «Las voces de Noreña», realizado por José Junquera Peña por las bodas de oro de la entidad.

Durante las más de 160 páginas del libro, Junquera destaca la relación simbiótica que se estableció desde un primer momento entre la asociación musical y la propia Villa Condal.

De hecho, Junquera dedica el primer tercio del libro a repasar la historia y la evolución de la geografía urbana del concejo desde el año 1957, cuando se produjo la fundación de la entidad, promovida por un grupo de vecinos que contó con la ayuda del párroco local, el recordado Alfredo Barral. Esta especial relación también es puesta de relieve en prólogo del libro, realizado por la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez, así como en los textos introductorios, realizados por el alcalde de Noreña, César Movilla; el cronista oficial de la villa, Miguel Ángel Fuente, y el presidente del Orfeón, José Manuel Fanjul Valdés.

Para la realización de su estudio, en el que invirtió un año de esfuerzo y dedicación, Junquera contó con la inestimable ayuda de los componentes del Orfeón, que le abastecieron de múltiples testimonios orales y gráficos de la rica historia de la entidad, así como de múltiple documentación que el autor contrastó con publicaciones periódicas, como los diarios regionales y los porfolios de las fiestas del Ecce-Homo.

No obstante, el trabajo de Junquera ha dado como resultado una obra de referencia para los estudiosos de la historia de Noreña, enriquecido además por una cuidad edición y múltiples testimonios gráficos. Además de las fotografías, antiguas y actuales, y de la reproducción de programas y artículos de prensa, entre estas imágenes destacan los dibujos realizados, de manera desinteresada, por el artista Francisco Pimiango, quien retrata los lugares más representativos de la villa de Noreña.